Un día, mirarás hacia atrás en este tiempo, y todo lo que verás es magia.

No recordará lo atascado que se sintió, o lo atrasado que pensó que estaba, o lo que deseaba haber hecho de manera diferente.

Todo lo que verás es que dentro de tu incertidumbre también había potencial, y dentro de tu perdición también había una oportunidad de ser encontrado, y dentro de tu incomodidad había una oportunidad de ver lo que necesitabas cambiar, y cambiarlo era convertirte en la persona que eras. siempre destinado a ser.

Si no hay un solo pensamiento que pueda consolarte en tus noches más tranquilas y oscuras, que sea este: un día, recordarás este tiempo y todo lo que verás es magia.

Verás como lo que dejó el camino fue despejando el camino. Verás cómo un plan mayor estaba en marcha, no uno dirigido por un ser superior, sino por tu yo superior. Reconocerás que a pesar de tu más intensa resistencia, lo que no estaba destinado a ti no permanecerá contigo. Reconocerás que a pesar de tus miedos más profundos, lo que estaba destinado para ti era algo inevitable.

Esa incomodidad continua en lo profundo de ti te estaba empujando hacia un lugar mejor de lo que jamás hubieras pensado conscientemente pedir, mejor de lo que alguna vez hubieras creído que merecías.

Verá cómo todas sus preguntas fueron respondidas.

Verás la lección que cada uno de tus desafíos vino a enseñar.

Verás que cada paso tiene un propósito.

Cuando mires hacia atrás en años pasados, las luchas que soportaste se suavizarán lentamente en historias de tu resiliencia, tu valentía, las probabilidades que estaban en tu contra, la increíble vida que viviste.

Cuando mire hacia atrás en años pasados, verá cómo su viaje lo estaba llevando hacia un punto final, un lugar en el que finalmente pasaría la página y comenzaría a escribir una nueva narrativa.