Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, una fecha que marca los avances logrados en la batalla contra esta enfermedad global y también destaca los desafíos que aún persisten en la lucha contra el VIH.

Este año, bajo el lema «Sigamos el camino de los derechos», se enfatiza la importancia de garantizar la equidad, combatir el estigma y promover el acceso universal al tratamiento y la prevención.

📌 En el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, renovamos nuestro compromiso con la prevención, el acceso universal a tratamientos y la eliminación del estigma hacia las personas que viven con VIH.

La colaboración global es esencial para erradicar esta pandemia, garantizar los… pic.twitter.com/BhnpJsVp7j

— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) December 1, 2024

El VIH, virus de la inmunodeficiencia humana, afecta el sistema inmunológico al debilitar los linfocitos T CD4+, esenciales para combatir infecciones.

Sin un tratamiento adecuado, el virus puede progresar al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), etapa en la que el cuerpo queda vulnerable a infecciones oportunistas y ciertos tipos de cáncer.

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La transmisión del VIH ocurre principalmente a través de tres vías: contacto sexual sin protección, contacto con sangre infectada y de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia.

Es importante destacar que el VIH no se transmite por abrazos, besos, contacto casual o compartir utensilios.

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En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, es fundamental recordar la importancia de utilizar un lenguaje sin estigmas al referirse a las personas que viven con el VIH.

Evitar términos como «enfermo de Sida» o «contagiado» y optar por expresiones como «persona que vive con VIH» contribuye a combatir el estigma y la discriminación asociados a esta realidad.

Integrantes de la comunidad LGBTTTIQPA+ se han manifestado en diversas ocasiones, como a través de un «besotón» frente al Palacio de Bellas Artes, para eliminar mitos relacionados con el VIH y reivindicar el derecho al gozo y al placer.

A nivel global, según ONUSIDA, 39.9 millones de personas vivían con VIH en 2023, con 1.3 millones de nuevas infecciones ese año.

La terapia antirretroviral ha permitido que el 77% de las personas con VIH accedan a tratamientos que mejoran su calidad de vida; sin embargo, 5.4 millones desconocen su estado serológico, aumentando el riesgo de transmisión.

En México, el Informe Histórico de Vigilancia Epidemiológica reporta 161,352 casos acumulados de VIH desde 2014.

Los estados con mayor incidencia por cada 100,000 habitantes son Quintana Roo, Yucatán y Veracruz.

Los hombres jóvenes de 15 a 24 años son el grupo más vulnerable, subrayando la importancia de intensificar campañas de prevención dirigidas a esta población

. La prevención y detección temprana del VIH son fundamentales para reducir su incidencia. Herramientas como los preservativos, la profilaxis preexposición (PrEP) y las pruebas de detección temprana han probado ser altamente efectivas.

Las pruebas avanzadas, como las basadas en ácido nucleico, son cruciales para identificar el virus en etapas iniciales y permitir un tratamiento oportuno.

El acceso equitativo a la terapia antirretroviral sigue siendo un desafío en México, con barreras estructurales como la desigualdad económica y el estigma que limitan el acceso al tratamiento necesario para muchas personas.

Políticas públicas más robustas que garanticen un acceso equitativo son necesarias para cerrar esta brecha.

El objetivo global de ONUSIDA para 2030 es reducir las nuevas infecciones anuales, garantizar que el 95% de las personas con VIH conozcan su estado y asegurar que el 95% de quienes lo necesiten accedan a la terapia antirretroviral.

Este objetivo requiere esfuerzos coordinados desde avances científicos hasta políticas públicas efectivas y una sociedad informada y solidaria.

En un paso prometedor, se ha desarrollado una inyección semestral que ha demostrado ser altamente efectiva en la prevención de infecciones por VIH.

La posibilidad de venta de versiones genéricas en países con altas tasas de VIH es un avance significativo, aunque el acceso a esta tecnología en regiones con menos recursos debe ser prioritario para combatir la enfermedad a nivel mundial.

El Día Mundial de la Lucha contra el SIDA nos recuerda la importancia de luchar contra el estigma, garantizar el acceso equitativo al tratamiento y fortalecer la prevención como medidas esenciales para avanzar hacia un futuro donde el VIH deje de ser una carga para millones de personas.

Un compromiso conjunto en todos los niveles, desde lo médico hasta lo social, es clave para erradicar esta enfermedad y construir un mundo más justo y saludable para todos.

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