Es probable que no hayas escuchado antes de la artemisa, un género de plantas perteneciente a la familia Asteraceae, que incluye varias especies conocidas por sus propiedades medicinales y usos culinarios.

Una de las especies más conocidas es Artemisia absinthium, también llamada ajenjo, la cual es utilizada tradicionalmente por sus beneficios digestivos y en la elaboración de bebidas como el vermut y el absenta.

Otra especie común es Artemisia vulgaris, conocida como hierba de San Juan o simplemente artemisa, empleada en medicina herbal para aliviar trastornos digestivos y promoviendo la salud femenina.

Sin importar cuál sea su versión, la artemisa contiene compuestos bioactivos, como aceites esenciales y antioxidantes, que contribuyen a sus efectos terapéuticos y que se encuentran siendo estudiados por sus potenciales beneficios para la salud.

Justamente, en un artículo publicado en el sitio de National Center for Biotechnology Information, se explica que una investigación encontró que la Artemisia annua contiene artemisinina, un compuesto que demostró ayudar a eliminar células cancerígenas en cáncer de pulmón, próstata y leucemia.

Una de las mejores cosas sobre este compuesto es que se detecto que eliminaba las células dañadas de manera selectiva, es decir, sin afectar las sanas, lo que lo convierte en un tratamiento prometedor en la lucha contra el cáncer.

Sin embargo, cabe mencionar que los estudios aún buscan como extraer estos compuestos benéficos y separarlos de otros que pueden ser perjudiciales si se consumen de manera prolongada.

A pesar de esto sí es posible tomar té de artemisa para combatir otros malestares, siempre y cuando estos sean de corta duración, tales como los que te contamos a continuación.

El té de artemisa ofrece varios beneficios potenciales para la salud, derivados de sus propiedades naturales por lo que suele ser usado como remedio ocasional para tratar algunas de las siguientes condiciones:

1. Salud digestiva: Se utiliza tradicionalmente para aliviar problemas digestivos como indigestión, gases y cólicos, gracias a sus propiedades carminativas que ayudan a reducir la acumulación de gases en el intestino.
2. Regulación menstrual: La artemisa puede ayudar a regular el ciclo menstrual y aliviar síntomas relacionados con el síndrome premenstrual, como los calambres y el malestar abdominal.
3. Propiedades relajantes: Se dice que tiene efectos calmantes que pueden favorecer la relajación y el sueño, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.
4. Estimulación del apetito: A menudo se usa para estimular el apetito en personas que enfrentan problemas de apetito reducido o desnutrición.
5. Propiedades antioxidantes: Contiene compuestos que pueden proteger las células del daño oxidativo.

A pesar de sus beneficios es importante consumir el té de artemisa con moderación y consultar a un profesional de la salud antes de su uso, especialmente las mujeres embarazadas o lactantes, pues puede tener efectos adversos o interactuar con ciertos medicamentos.

La cantidad adecuada de té de artemisa puede variar según la persona y sus condiciones de salud individuales.

Sin embargo, en general, se recomienda consumirlo con moderación. Una dosis común sería una taza al día, utilizando aproximadamente 1 a 2 gramos de hojas secas de artemisa por taza de agua caliente.

Es importante no exceder esta cantidad, y limitar su uso a periodos cortos, ya que el consumo excesivo puede llevar a efectos secundarios negativos.

Recuerda que siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de incorporar el té de artemisa de manera regular, especialmente si tomas otros medicamentos o tienes condiciones de salud preexistentes.