Por el Día de Muertos, el santuario Cuacolandia, ubicado en Atlixco, Puebla, ha colocado una ofrenda en honor a su fundadora, Elena Larrea Zepeda Carranza. Elena fue una activa defensora de los derechos de los animales, particularmente de los equinos, y lamentablemente falleció en marzo de este año. Este altar busca rendirle tributo y mantener vivo su legado en la protección y bienestar de los animales.

En conversación sobre este homenaje, Daniel Jiménez, colaborador de Cuacolandia, señaló la importancia de continuar con las iniciativas que Elena impulsaba. Su compromiso con los animales fue inquebrantable, y el santuario desea que su memoria inspire a más personas a involucrarse en esta causa.

Además de una representación del «Árbol de la Vida», el altar incluye fotografías que destacan la pasión de Elena por los animales, una dedicación que comenzó desde su infancia. La decoración también incorpora elementos que rememoran las tradiciones de Día de Muertos, uno de los momentos favoritos de Elena, según quienes la conocían.

Se añadieron figuras de una catrina vestida de negro, adornada con flores, que simbolizan a Elena. También se incluyeron figuras de cartón que representan diversos animales, como caballos, burros, gatos y hasta tiburones, una muestra del amor que Elena tenía por todas las especies. Flores, aserrín y velas completan este sentido homenaje.

Las personas interesadas pueden visitar el altar hasta el 27 de noviembre, en los horarios de 10:00 a. m., 12:00 p. m., y 2:00 p. m., de martes a domingo. La entrada tiene un costo de 250 pesos por persona, y lo recaudado apoyará el mantenimiento y cuidado de los equinos del santuario.

El recorrido incluye una visita guiada por Cuacolandia y la posibilidad de conocer a los caballos rescatados. Además, quienes asistan aprenderán sobre el compromiso que caracterizó a Elena Larrea y su dedicación a la protección animal, mucho más allá de lo visible en redes sociales.