En medio del bullicio cotidiano del transporte público, un gesto de bondad y empatía logró robarse el corazón de Mazatlán durante la celebración del Día del Niño. Antonio Ortega Patrón, conductor de la ruta Pradera Dorada Directo, convirtió su camión urbano en una fiesta rodante, desbordando sonrisas y dulces entre los pasajeros más pequeños.

Lejos de limitarse a cumplir su rutina, Antonio decoró su unidad con globos de colores que adornaban ventanas y pasamanos. Sin avisos previos ni campañas institucionales, simplemente quiso regalar un momento especial a los niños que, como cada día, suben a su camión para ir a la escuela o acompañar a sus familias. En cada parada, los esperaba con una sonrisa, una bolsa de golosinas y, sobre todo, una actitud que contagió alegría a grandes y chicos por igual.

“Aquí les dejo este pequeño gesto para que los niños disfruten su día. ¡Feliz Día del Niño!”, expresó Antonio a los pasajeros, según relataron testigos que no tardaron en compartir imágenes y videos del conmovedor momento en redes sociales.

La respuesta no se hizo esperar. Usuarios de Facebook, TikTok y X (antes Twitter) aplaudieron la acción del chofer, calificándola como “una bocanada de aire fresco” y un ejemplo de que aún existen personas que actúan por pura bondad, sin esperar nada a cambio.

Una celebración sobre ruedas

El camión, habitualmente un lugar funcional y carente de adornos, se transformó ese día en un escenario festivo: globos multicolores colgaban de los techos, serpentinas ondeaban al ritmo del viento y los dulces pasaban de mano en mano, generando risas infantiles que se colaban entre el motor y el trajín urbano.

Antonio no solo manejaba, también se convertía en anfitrión, repartidor y cómplice de la ilusión de decenas de niños que subieron a su unidad.

Una madre que viajaba con su hijo no pudo evitar emocionarse al ver el gesto: “Mi niño estaba feliz. Me dijo que era la primera vez que le daban algo en un camión. Le brillaban los ojitos”, comentó.