Un profesor de bachillerato en Mecatlán, Yahualica, Hidalgo, ha sido insólitamente encerrado en la cárcel comunitaria por sus propios vecinos tras alzar la voz en contra del uso de fondos públicos para contratar cantantes de narcocorridos en la próxima fiesta patronal.

La controversia se desató cuando el docente, adscrito al Colegio de Bachilleres de Santa Teresa, manifestó públicamente su desacuerdo con la exigencia de los pobladores a la alcaldía de destinar más de 4 millones de pesos a la celebración de la feria de Corpus Christi. Su principal objeción radicaba en la intención de utilizar parte de este considerable presupuesto para la contratación de grupos musicales especializados en narcocorridos, un género que, en sus palabras, "en nada aporta a la cultura del pueblo".

Lejos de quedarse en la crítica artística, el maestro extendió su preocupación hacia las prioridades de la comunidad. Con una visión clara de las necesidades apremiantes, lamentó que la atención y los recursos se enfocaran en espectáculos musicales en lugar de abordar problemas fundamentales como la carencia de servicios básicos.

"Deberíamos luchar por exigir un pozo de agua potable. Deberíamos luchar para que haya educación de calidad, para que haya gente consciente de la importancia de combatir el capitalismo hoy día”, expresó con convicción.

La raíz del conflicto se encuentra en la petición inicial de los pobladores a la alcaldesa Francisca Lara Velázquez, quienes solicitaron la considerable suma de 4 millones 416 mil 600 pesos para la organización del evento. Ante la negativa del ayuntamiento, que ofreció un millón de pesos como alternativa, la respuesta de los inconformes fue radical. Se han registrado bloqueos carreteros, como el cierre de la vía Atlapexco-Calnali, y actos vandálicos, incluyendo la agresión a una patrulla municipal.

Escalando la tensión, los manifestantes llegaron a cavar una zanja en medio de la carretera tras levantar un plantón, interrumpiendo por completo el tránsito vehicular.

En este clima de agitación social, las opiniones del profesor en contra de la contratación de artistas de narcocorridos y su llamado a priorizar otras necesidades de la comunidad, lo convirtieron en blanco del enojo de algunos pobladores. La situación culminó con su detención y encierro en la cárcel comunitaria.

A pesar de su infortunada situación, el maestro ha manifestado no sentir arrepentimiento alguno. Con firmeza, declaró sentirse orgulloso de haber sido encarcelado por defender sus ideales y por intentar generar una reflexión colectiva sobre las verdaderas prioridades de su municipio.