En un emotivo acto celebrado en el Instituto de Estudios Superiores de Chihuahua, José Luis Castillo, padre de la joven Esmeralda Castillo, desaparecida desde 2009, fue reconocido con un Doctorado Honoris Causa 2025 por su incansable labor como activista y buscador. Esta distinción se le otorgó no solo por su lucha constante en busca de su hija, sino también por el apoyo y acompañamiento que ha brindado a cientos de familias en situación similar en todo el país.

La historia de José Luis Castillo conmovió a miles en México. Desde la desaparición de su hija Esmeralda, el 19 de mayo de 2009 en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando tenía apenas 14 años, este padre se ha transformado en un rostro visible de la lucha contra la desaparición de personas, especialmente mujeres.

Aquel día, Esmeralda salió de casa para dirigirse a la escuela, luego de cuidar a su padre enfermo por algunos días. José Luis recuerda con precisión que fue él mismo quien la despidió en la puerta, sin imaginar que sería la última vez que vería a su hija. “Nunca pensé que ese adiós sería definitivo”, ha relatado en diversas entrevistas.

La entrega del Doctorado Honoris Causa fue un acto cargado de simbolismo. José Luis asistió a la ceremonia vestido con toga y birrete negros, mientras familiares, activistas y estudiantes lo ovacionaron por su incansable labor. La institución destacó su firme compromiso con los derechos humanos, su valentía al enfrentar a las autoridades y su capacidad de inspirar a una nación entera con su testimonio.

“El reconocimiento es para todos los padres y madres que, como yo, no se han rendido”, dijo con la voz entrecortada durante su discurso. “Mi lucha empezó por Esmeralda, pero hoy es por todas las hijas que no han vuelto a casa”.

Uno de los aspectos más notorios de la lucha de José Luis Castillo es su presencia constante en las marchas del 8M, donde año tras año se le ve con una lona colgada al cuello. En ella, destaca la fotografía de Esmeralda y la leyenda que se ha vuelto su emblema: “No me olviden, falto yo”.

Esta imagen ha generado un fuerte lazo con el movimiento feminista, que lo reconoce y respalda con frases como “Esmeralda escucha, tu papá está en la lucha” y “No estás solo”. Su voz, aunque cansada por los años de batalla, sigue levantándose con fuerza para exigir justicia y verdad.

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