La emoción por el estreno del live-action de Lilo & Stitch en México no solo llenó las salas de cine este 22 de mayo, sino también encendió una verdadera locura por uno de los objetos más codiciados por los fans: la palomera coleccionable del tierno extraterrestre azul. En cuestión de horas, el producto se agotó en la mayoría de los complejos de Cinépolis y Cinemex, y ahora aparece en reventa en internet con precios que superan por mucho el original.

La palomera oficial, lanzada como parte de los productos promocionales por el estreno de Lilo & Stitch, tiene un diseño especial: una cápsula transparente que contiene un peluche del personaje, la cual podía comprarse junto con el combo de palomitas por $639 pesos. Sin embargo, la limitada cantidad disponible hizo que se agotara en preventa y en los primeros días de estreno.

Aprovechando la alta demanda, revendedores no tardaron en subir anuncios en plataformas como Marketplace, Mercado Libre y grupos de Facebook, donde la palomera ya se ofrece por entre $1,900 y hasta $3,500 pesos, una cifra que ha indignado a los verdaderos fans.

La viralización del fenómeno llenó las redes sociales de comentarios divididos. Algunos presumen haber conseguido una de las últimas unidades disponibles:

“Fui de las últimas en alcanzar el vaso y palomera de Lilo y Stitch, gané en la vida”, escribió una usuaria en TikTok.

Muchos internautas también cuestionaron a las cadenas de cine por no prever la enorme demanda del coleccionable. Se especula que, al haber sido un lanzamiento limitado, Cinépolis y Cinemex podrían no reponer el stock, lo que hace aún más codiciado el artículo y alimenta el mercado de reventa.

Mientras tanto, fanáticos de Stitch continúan haciendo filas o buscando en internet la posibilidad de conseguir la palomera que se ha convertido en el objeto más deseado del momento.

Este no es el primer caso en el que un producto promocional de Disney genera furor en México. Lo mismo ocurrió con los vasos de Spider-Man: No Way Home y la palomera de Lightyear, que también terminaron en manos de revendedores por precios exorbitantes.

La pregunta ahora es si Disney y las cadenas de cine harán algo al respecto o si este fenómeno de colección y reventa seguirá siendo parte del nuevo entretenimiento cinematográfico en la era del fanatismo digital.

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