Lo que parecía una operación bancaria común terminó convirtiéndose en una escena digna de película… pero con un final nada glamoroso. Una mujer de 31 años fue detenida tras intentar realizar una estafa en una sucursal del Banco Provincia en La Plata, Argentina, usando un curioso disfraz que incluía peluca rubia, lentes oscuros y cubrebocas. Su plan, aparentemente elaborado, se vino abajo por un simple y torpe descuido.

La protagonista de esta historia llegó a la casa matriz del banco como si estuviera por interpretar un papel en una telenovela: peluca llamativa, gafas que cubrían buena parte del rostro y un cubrebocas blanco que completaba el look misterioso. Con documentos en mano, pidió realizar el retiro de una considerable suma de dinero.

A simple vista, todo parecía normal. Sin embargo, algo en su actitud llamó la atención de los empleados: movimientos nerviosos, evasivas al hablar y una urgencia poco habitual.

Cuando la mujer presentó la documentación necesaria, el personal bancario notó algo raro. Las copias que entregó un acta de nacimiento y una constancia del trámite de DNI— estaban a nombre de otra persona. Aunque intentó mantener la compostura, el disfraz no pudo ocultar las inconsistencias de su historia.

El personal decidió detener el trámite y alertó discretamente a las autoridades. Para cuando llegó la policía, la mujer estaba “retenida” por los empleados del banco, quienes ya sospechaban que algo no estaba bien.

Tras ser interrogada, la mujer confesó que los documentos eran falsos y que sí sabía que pertenecían a otra persona. Todo formaba parte de un intento de estafa cuidadosamente planeado… aunque claramente mal ejecutado.

Las autoridades no solo la arrestaron en el acto, sino que al revisar sus antecedentes descubrieron que ya había intentado una maniobra similar en abril del mismo año, también en La Plata. Con este historial, fue puesta a disposición judicial bajo los cargos de tentativa de estafa y usurpación de identidad.

La acusada fue trasladada a la comisaría y puesta a disposición de la Fiscalía, que ya la tenía en la mira por su intento anterior. El caso ahora está en manos del Juzgado de Garantías correspondiente, y su futuro legal pinta tan nublado como su disfraz mal planeado.

Lo irónico es que, en un intento por ocultar su identidad, terminó llamando más la atención. Su “actuación” fue tan memorable que no tardó en viralizarse entre los medios locales. Algunos usuarios ya la apodan como la «Lady DNI» o «la estafadora del disfraz fallido».

Moraleja del día: Si vas a cometer un delito (mejor no lo hagas), al menos no te disfraces como extra de película clase B.

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