El programa de Pensión del Bienestar para Personas Adultas Mayores es una ayuda invaluable para miles de mexicanos mayores de 65 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad económica. La pensión otorga un monto de 4,800 pesos bimestrales por beneficiario.

Lamentablemente, en el estado de Sinaloa, una presunta estafadora se ha dedicado a engañar a adultos mayores haciéndose pasar por trabajadora del Gobierno y despojándolos de sus pertenencias y ahorros. En municipios como Mazatlán y Escuinapa, se han reportado casos de robos que van desde 12 mil hasta 30 mil pesos, incluso hubo un caso en que una pareja de abuelitos en Mazatlán fue despojada de 100 mil pesos, equivalentes a todos los ahorros de su vida.

Autoridades piden no otorgar datos personales

Según las denuncias recibidas, la estafadora utiliza información relacionada con pensiones y ayudas gubernamentales para ganarse la confianza de sus víctimas. Una vez dentro de las viviendas de los adultos mayores, se aprovecha de su vulnerabilidad y les roba objetos de valor. Incluso, ha habido reportes de que solicita el NIP de las tarjetas del Banco del Bienestar para realizar cobros indebidos.

Es importante que las personas beneficiarias de la Pensión del Bienestar estén alerta y tomen precauciones para evitar ser víctimas de esta modalidad de estafa. Es fundamental recordar que ninguna trabajadora del Gobierno solicitará información personal o realizará cobros indebidos en nombre del programa de Pensión del Bienestar.

Al respecto, Ariadna Montiel Reyes, titular de la Secretaría del Bienestar, comentó que la información oficial sobre las pensiones únicamente se comparte en canales oficiales. De igual manera, las autoridades han invitado a los beneficiarios a no brindar información bancaria a ninguna persona, ni otorgar datos personales ante sospecha de estafadores.

Testimonio de las víctimas

De acuerdo con las declaraciones de Don Rafael, beneficiario de la Pensión Benito Juárez y originario de Escuinapa, cerca de las 2:40 de la tarde una mujer de estatura baja, tez blanca y complexión robusta lo abordó a la entrada de su domicilio; le dijo que le enviarían unas despensas mensuales, por lo que le pidió buscar unos documentos y le pidió permiso para usar su baño.

Cuando Don Rafael le entregó los papeles que le había pedido, la mujer, que vestía con pantalón de mezclilla azul, blusa blanca y cubrebocas negro, le dijo que iría a sacar unas copias; sin embargo, apenas salió de la casa se subió a un auto gris y huyó a toda velocidad.

Fue entonces cuando Don Rafael buscó sus pertenencias, percatándose de que le hacían falta más de 30 mil pesos, además de las joyas y el monedero de su esposa con 700 pesos.

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