En México los apodos y comparaciones suelen tomarse con humor, pero a nivel internacional pueden derivar en demandas legales. Este es el caso de Lorna Rooke, instructora en el departamento de trasplantes del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), quien fue indemnizada con aproximadamente 750 000 pesos mexicanos tras ser señalada por sus compañeros como “Darth Vader”.

Según el fallo del tribunal de Croydon, en agosto de 2021 el equipo participaba en una dinámica tipo Myers-Briggs con temática de Star Wars. Rooke salió momentáneamente de la sala para atender una llamada personal y, al regresar, descubrió que una colega había completado el test por ella, asignándole el perfil de “Darth Vader” y compartiéndolo con el grupo. Aunque la descripción oficial destacaba su “gran capacidad de enfoque y habilidad para cohesionar al equipo”, el tribunal determinó que la asociación con un villano legendario resultó insultante y ofensiva.

El juez Kathryn Ramsden sostuvo que la acción constituyó un “detrimento” en términos laborales, ya que Lorna experimentó ansiedad, baja autoestima y se sintió “impopular” ante sus compañeros. Estas burlas continuas la llevaron a renunciar un mes después del incidente, alegando que ya no podía soportar el ambiente hostil. Aunque se rechazaron sus reclamaciones por despido injustificado y discriminación por discapacidad, el tribunal falló a su favor en la demanda por trato perjudicial.

Rooke, quien había iniciado su carrera en el NHS Blood and Transplant en 2003, recibió una compensación de £28 989.61 (cerca de 750 000 MXN al tipo de cambio actual). Este caso sienta un precedente sobre hasta dónde pueden llegar las bromas en el entorno laboral cuando afectan la dignidad y el bienestar emocional de los trabajadores.

Especialistas en derecho laboral señalan que, si bien la legislación mexicana no tipifica claramente este tipo de “detrimento”, la Ley Federal del Trabajo contempla sanciones cuando el empleador o terceros afectan la honra o el buen nombre de los trabajadores. En este sentido, se recomienda promover dinámicas de integración más respetuosas y garantizar canales de atención para que los colaboradores puedan denunciar conductas ofensivas sin temor a represalias.

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