Un momento que debía ser una experiencia inolvidable para un turista en el santuario de tigres Tiger Kingdom en Tailandia, se convirtió en una escena de pánico y horror. El pasado 29 de mayo, un hombre que intentaba tomarse una selfie con uno de los tigres del refugio fue brutalmente atacado por el animal, en un hecho que quedó registrado en video y que desató una ola de reacciones y críticas hacia este tipo de turismo de alto riesgo.

En las imágenes, que duran apenas 25 segundos, se vio al turista con una camiseta azul celeste y pantalones estampados, caminando al lado del tigre encadenado, acompañado por un cuidador del santuario en Phuket. El hombre se acercó al animal para la foto mientras el cuidador realizó movimientos que parecen alterar al tigre. De repente, el enorme felino se abalanzó violentamente contra el turista, quien cayó arrodillado en el suelo.

Los visitantes que grababan quedaron impactados ante la rapidez con la que el ataque ocurrió, y el video se volvió viral en redes sociales bajo el hashtag #TigerAttack, generando preocupación por la seguridad de quienes participan en estas actividades y también por el bienestar de los animales.

Afortunadamente, según informes de la prensa local y el usuario que difundió el video original en redes sociales, el hombre sufrió heridas leves y se encuentra fuera de peligro. Sin embargo, su identidad no ha sido revelada hasta el momento.

Este incidente ha abierto un debate intenso sobre las prácticas turísticas que permiten una interacción tan cercana con animales salvajes. Usuarios y activistas han manifestado su rechazo y preocupación, denunciando que la búsqueda de experiencias únicas puede poner en riesgo tanto a las personas como a los tigres.

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