En un accidente tan insólito como impactante, una motociclista fue arrollada por un caballo desbocado en plena vía pública de Necochea, Argentina. El suceso, que ocurrió el lunes 26 de mayo en la intersección de las calles 55 y 70, quedó registrado por cámaras de seguridad y rápidamente se volvió viral en redes sociales.

El video mostró el momento en que María Verónica Cappai, de 32 años, circulaba tranquilamente en su motocicleta, sin imaginar que segundos después sería víctima de una estampida urbana. Un caballo sin control irrumpió en la calle y la embistió con violencia, provocando que la mujer saliera disparada y cayera al pavimento ante la mirada atónita de los vecinos.

Según los primeros reportes, el animal estaba siendo perseguido por personal de Tránsito, aunque no está claro por qué razón se encontraba suelto en medio de la ciudad. Tras el impacto, el equino continuó su frenética carrera, mientras los residentes de la zona acudieron de inmediato a socorrer a la víctima.

Cappai fue trasladada de urgencia al Hospital Emilio Ferreyra, donde fue atendida por múltiples traumatismos en las piernas, brazo derecho y columna vertebral. Afortunadamente, los médicos confirmaron que las lesiones no ponen en riesgo su vida, aunque requerirá una larga recuperación.

Desde su cama en el hospital, la mujer habló con medios locales y relató el momento del accidente: “Vi algo oscuro acercarse a toda velocidad, pero no tuve tiempo de reaccionar. No entiendo cómo puede estar un caballo corriendo así por la calle”. Además de su preocupación por su estado de salud, expresó angustia por su motocicleta, su único medio de transporte y trabajo: “Si se me rompió, no la puedo arreglar. Me costó mucho comprarla y la uso para todo”.

La Justicia local inició una investigación bajo la carátula de “lesiones culposas” y “omisión de recaudos en animales”. Según trascendió, el caballo había sido regalado por un hombre no residente de Necochea a su hijo menor de edad. El animal escapó del cuidado del niño, generando el incidente. La madre del menor, como responsable legal, ya fue sancionada por el municipio.

Cappai no se quedó callada y exigió justicia: “Esto también es maltrato animal. No solo casi pierdo la vida, sino que el caballo también estuvo en peligro por la irresponsabilidad de otros. Alguien tiene que hacerse cargo”.

Mientras tanto, María Verónica continúa recuperándose, con la esperanza de que se reparen los daños materiales y que el caso siente un precedente para que no se repita una escena tan absurda como peligrosa.

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