Un nuevo episodio de abuso turístico encendió las redes sociales y el orgullo nacional. Esta vez, ocurrió en la playa 'La Boquita' en Manzanillo, Colima, donde un grupo de extranjeros intentó desalojar a familias mexicanas que disfrutaban del mar en una zona pública. El momento fue captado en video y difundido en redes sociales, causando indignación masiva.

Lo que comenzó como un día de esparcimiento, se transformó en una escena de tensión cuando los visitantes extranjeros, presuntamente hospedados en una residencia o alojamiento de lujo frente a la playa, comenzaron a exigir a los mexicanos que se retiraran. Alegaban, sin fundamentos legales, que esa sección de la costa era de carácter "privado".

Según el relato y el video difundido, los extranjeros no solo intentaron convencer verbalmente a los turistas para que se retiraran, sino que montaron una barrera improvisada con sombrillas, sogas y un kayak para restringir el paso a la playa. Uno de los momentos más alarmantes del video mostró a una mujer extranjera alzando el kayak y empujando con él a las personas, acción que incluso puso en riesgo a una niña pequeña que se encontraba en la zona.

Este acto de agresión fue el punto de quiebre para los presentes. Una turista mexicana, visiblemente molesta, alzó la voz para defender el derecho constitucional al libre acceso a las playas. La frase que pronunció se volvió viral en pocas horas:

"Empiézale y te la voy a aventar a la ver… Aquí estamos en México. Aquí no estamos en tu país, cabrón".

Vale la pena recordar que todas las playas en México son públicas por ley. De acuerdo con el Artículo 8 de la Ley General de Bienes Nacionales, ninguna persona, nacional o extranjera, puede restringir el paso libre a estos espacios. Sin embargo, casos como el ocurrido en La Boquita revelan cómo, en la práctica, algunos turistas o desarrolladores intentan imponer normas privadas sobre espacios públicos, violando los derechos de los ciudadanos.

Este incidente no es el primero de su tipo: ya se han reportado situaciones similares en playas de Tulum, Cancún, Baja California y otras zonas costeras, donde la tensión entre residentes, turistas y propietarios de desarrollos turísticos se ha intensificado en los últimos años.

La respuesta en redes sociales no se hizo esperar. Bajo el hashtag #LaBoquitaEsDeTodos, miles de internautas mostraron su indignación y comenzaron a organizar una protesta simbólica en forma de fiesta masiva en la misma playa donde ocurrió el incidente.

"Soy de Manzanillo. Si hacen fiesta me avisan yo pongo unos cinco kilos de carne y dos horas de banda", escribió un usuario, recibiendo miles de reacciones.

Otros más llamaron a las autoridades locales a sancionar a los responsables y garantizar que estos hechos no se repitan.

Hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial por parte del gobierno municipal o estatal de Colima. Sin embargo, el creciente escándalo podría presionar a las autoridades a intervenir, ya sea a través de medidas legales, vigilancia reforzada o campañas que recuerden a residentes y visitantes que las playas mexicanas son de acceso libre para todos.

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