Durante la celebración del Viernes Santo en Tejupilco, Estado de México, una imagen captada en el cielo sorprendió a cientos de asistentes y rápidamente se volvió viral en redes sociales: una cruz formada por nubes apareció justo en el momento en que se realizaba la representación de la crucifixión de Jesucristo.

El suceso, que fue interpretado por muchos como una “señal divina”, ocurrió en pleno acto religioso de la Pasión de Cristo, generando tanto asombro como debate en línea entre creyentes y escépticos.

¿Una señal desde el cielo o pareidolia?

La figura de la cruz se formó a partir de dos guías de nubes que se cruzaron de manera casi perfecta, justo en el punto más alto del cielo, mientras los actores recreaban el momento en que Jesús es clavado en la cruz. El fenómeno fue grabado en video por varios asistentes y compartido en redes sociales, donde los cánticos y sonidos del evento daban veracidad al momento y descartaron una edición digital, según varios usuarios.

Este tipo de percepción, en la que las personas ven formas reconocibles en objetos o patrones aleatorios, se conoce como pareidolia. Es común identificar figuras en las nubes, en manchas, sombras o incluso en alimentos. Sin embargo, el contexto religioso del evento y el momento exacto en que apareció la cruz hizo que muchos asistentes lo vivieran como un hecho simbólico y profundamente espiritual.

Más que una cruz: ¿rostro y escudo?

La imagen compartida también generó interpretaciones adicionales. Algunos usuarios afirmaron ver no solo la cruz, sino también un rostro y lo que parecía un escudo entre las formas del cielo.

El evento no solo dejó una impresión visual impactante, sino que también revivió el debate entre ciencia y fe, razón y espiritualidad. Para los fieles asistentes, fue una muestra de esperanza, un recordatorio de su fe y un símbolo del mensaje que representa el Viernes Santo. Para otros, simplemente fue una coincidencia climática interpretada emocionalmente por el momento y el entorno.

Lo cierto es que la imagen de la cruz en el cielo ya forma parte de la memoria colectiva de quienes participaron en esta representación en Tejupilco, un municipio que cada año realiza actos religiosos que reúnen a la comunidad con gran devoción.

¿Milagro, casualidad o interpretación?

Fenómenos como este ponen de manifiesto cómo la percepción individual puede transformar eventos comunes en experiencias significativas. Ya sea que se trate de pareidolia o de un mensaje divino, lo que ocurrió en Tejupilco es un ejemplo de cómo la fe y la mirada humana dan sentido a lo que observamos.

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