En un insólito fenómeno que sorprendió tanto a científicos como a ciudadanos comunes, gaviotas en Turquía desarrollaron una inesperada habilidad que puso en jaque la comprensión sobre la inteligencia animal: estas aves marinas han aprendido a imitar el maullido de los gatos para activar dispensadores automáticos de comida.

Sí, como si se tratara de una escena sacada de una película de ciencia ficción, las gaviotas comenzaron a "hablar gato" para engañar a las máquinas y obtener alimento destinado originalmente a los felinos callejeros. Todo fue captado en un video que rápidamente se viralizó en redes sociales, dejando a miles de internautas fascinados por el ingenio de estas aves.

En Estambul y otras ciudades turcas, la presencia de gatos callejeros es tan común que existen dispensadores de croquetas activados por sonido, diseñados para liberar alimento al detectar maullidos auténticos. El objetivo es alimentar a los felinos sin la necesidad de intervención humana constante.

Sin embargo, lo que nadie anticipó fue que las gaviotas, aves reconocidas por su astucia y capacidad de adaptación, aprendieran a imitar estos sonidos felinos tras observar la relación entre el maullido y la recompensa. Con un poco de ensayo y error, y mucha inteligencia observacional, las gaviotas consiguieron engañar al sistema.

Videos grabados por vecinos mostraron claramente cómo estas aves se acercan a las máquinas, emiten un sonido muy similar al de un gato y, segundos después, se lanzan sobre las croquetas liberadas por el dispensador.

Este fenómeno, además de curioso, es una muestra clara de la plasticidad cognitiva de algunas especies para sobrevivir en entornos urbanos. Hasta hace unos años, este tipo de conductas complejas y adaptativas se atribuían casi exclusivamente a mamíferos con cerebros altamente desarrollados, como los primates o los cetáceos. Pero ahora, las gaviotas nos dan una lección inesperada.

De acuerdo con biólogos del comportamiento animal, se trata de un ejemplo de aprendizaje por observación, en el cual una especie no solo identifica una oportunidad, sino que modifica su conducta e incluso su forma de comunicarse para aprovecharla.

“Esto es más que imitación; es innovación en la forma en que una especie interactúa con su entorno artificial. Las gaviotas no solo observan, sino que resuelven problemas activamente”, explicó un etólogo de la Universidad de Ankara consultado por medios locales.

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