En tiempos donde encontrar empleo se ha convertido en una carrera de resistencia, una historia reciente se volvió viral por mostrar el lado más absurdo y frustrante del mercado laboral. Una joven recién graduada vivió lo que muchos han calificado como una "bofetada de injusticia profesional", luego de ser contratada… y despedida en tan solo 4 horas.

La protagonista del caso es Pau, una usuaria activa en redes sociales que decidió compartir su historia en un video que rápidamente se viralizó. Lo que comenzó como una oportunidad laboral prometedora terminó siendo una experiencia decepcionante y humillante que generó una ola de indignación entre internautas.

Pau relató que recientemente se graduó de la universidad y se encontraba activamente buscando trabajo, cuando una amiga "no tan cercana", como ella misma la describió, le comentó que estaba por renunciar a su puesto actual. En un gesto aparentemente amable, le ofreció recomendarla para ocupar la vacante.

Con esperanzas renovadas, Pau envió su currículum y, al cabo de una semana, la empresa la contactó para una entrevista. El proceso fue breve, pero positivo: la entrevistaron, la capacitaron de manera express y le confirmaron que había sido contratada. Todo indicaba que su primer paso en el mundo laboral ya era una realidad.

Llenando de emoción, Pau decidió agradecer a su conocida por la recomendación. Sin imaginar lo que estaba a punto de suceder, le escribió para contarle que ya estaba contratada. El mensaje detonó una cadena de eventos inesperados.

Apenas unas horas después de haber comenzado su capacitación, recibió una llamada por WhatsApp de la empresa. El motivo: la amiga que la había recomendado se arrepintió de renunciar y pidió conservar su puesto. Como resultado, Pau fue despedida de inmediato, sin derecho a réplica, compensación o mayor explicación.

Así fue como, en cuestión de cuatro horas, pasó de tener empleo a estar nuevamente desempleada. La empresa le ofreció “mantenerla en contacto por si se liberaba otro puesto”, pero Pau, decepcionada, optó por no continuar.

La joven también aclaró que se trataba de una empresa informal, donde el pago era por día trabajado y sin contrato formal. Esta situación expuso no solo la falta de profesionalismo de la empresa, sino también las precarias condiciones en las que muchas personas jóvenes se ven obligadas a buscar su primer empleo.

Pese al mal sabor de boca, Pau agradeció el apoyo de la comunidad en línea y aseguró que continuará buscando una oportunidad que valore su esfuerzo y que no se tambalee por decisiones improvisadas.

Este caso puso el foco sobre una triste realidad: la informalidad laboral y la falta de ética profesional aún son prácticas comunes en muchos espacios de trabajo. Y aunque parezca increíble, a veces un empleo puede durar menos que una jornada completa.

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