En un hecho que fue calificado como un verdadero milagro, dos hombres fueron rescatados con vida tras pasar cinco días atrapados entre los escombros de edificios derrumbados por el devastador terremoto de magnitud 7.7 que sacudió el centro-norte de Birmania (Myanmar) el pasado viernes. La hazaña de los rescatistas del Departamento de Servicios de Bomberos de Birmania se convirtió en una de las pocas historias de esperanza en medio de la tragedia, que hasta el momento ha cobrado la vida de al menos 2,886 personas y ha dejado más de 4,600 heridos.

Un rescate conmovedor

Las impactantes imágenes difundidas en redes sociales por el Departamento de Bomberos mostraron el dramático momento en que los rescatistas lograron extraer a uno de los sobrevivientes, quien se encontraba atrapado en el piso inferior de un edificio de seis plantas. El joven, consciente, pero visiblemente aturdido, fue rescatado a través de un hueco que abrieron los equipos de emergencia. Vestido solo con un 'longyi' birmano, prenda tradicional del país, el hombre fue colocado en una camilla y trasladado de inmediato a un hospital para recibir atención médica.

Pocos minutos después, a través del mismo acceso, los rescatistas sacaron en brazos a un segundo hombre, quien también recibió los primeros auxilios en el sitio del rescate. Entre aplausos y abrazos de los equipos de emergencia, este rescate doble se convirtió en un rayo de esperanza dentro del desastre humanitario que enfrenta la región.

Una tragedia en aumento

El terremoto, que tuvo su epicentro cerca de las regiones de Mandalay y Sagaing, dejó miles de familias sin hogar. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Médicos Sin Fronteras (MSF) alertaron sobre la crisis sanitaria que amenaza a los sobrevivientes, ya que la falta de agua potable podría desatar enfermedades y empeorar la situación. Miles de personas siguen durmiendo a la intemperie, muchas de ellas junto a los cuerpos de sus seres queridos que aún no han sido recuperados.

Mientras tanto, los equipos de rescate continúan con las labores de búsqueda en un contexto de emergencia y recursos limitados. La comunidad internacional ha comenzado a movilizarse para ofrecer ayuda humanitaria, pero la magnitud del desastre exige una respuesta rápida y coordinada.

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