En un caso tan insólito como indignante, una repartidora de Amazon fue captada por cámaras de seguridad defecando y orinando en la entrada de al menos dos domicilios en el vecindario de Woodland Hills, en Los Ángeles, California. Los hechos ocurrieron en plena jornada de entregas por el Día de las Madres, y rápidamente se viralizaron en redes sociales, generando una oleada de reacciones de asombro, repudio y desconcierto.

El video mostró a la repartidora vestida con el chaleco característico de la empresa. En las imágenes se observó cómo entrega un paquete en la puerta de una casa, y posteriormente, sin ningún tipo de recato, se bajó los pantalones y defecó en el escalón de entrada del domicilio. Apenas unos minutos más tarde, en otro video captado por una cámara cercana, la misma mujer apareció en una segunda casa, donde aparentemente orinó tras dejar otro paquete.

Los residentes de las viviendas afectadas expresaron su sorpresa y molestia por lo ocurrido. "Pensé que era una broma al principio, pero cuando revisamos las cámaras y vimos lo que había hecho… fue repugnante", declaró uno de los propietarios. Las imágenes fueron compartidas a través de redes sociales por los vecinos, lo que llevó rápidamente al video a volverse viral.

Amazon responde al escándalo

La empresa Amazon no tardó en pronunciarse. A través de un comunicado, calificó el comportamiento de la repartidora como "totalmente inaceptable". Confirmaron que la mujer era una contratista independiente y que, tras ser identificada, fue removida inmediatamente de cualquier relación laboral con la compañía.

"Estamos profundamente perturbados por este incidente. Hemos contactado a los clientes afectados para disculparnos y tomamos medidas inmediatas para asegurar que algo así no vuelva a ocurrir", indicó un portavoz de Amazon.

¿Qué pasó realmente?

Aunque no se han dado a conocer detalles sobre las causas que llevaron a la repartidora a actuar de esa manera, en redes sociales algunos usuarios especularon sobre una posible emergencia médica o falta de acceso a baños durante la jornada laboral. Sin embargo, muchos coincidieron en que la acción no tiene justificación.

Algunos usuarios también aprovecharon la ocasión para criticar las condiciones de trabajo de los repartidores y la presión por cumplir con las entregas en tiempo récord, aunque otros señalaron que nada excusa un acto de esta magnitud y falta de respeto.

Hasta el momento, no se ha confirmado si se presentarán cargos legales contra la exrepartidora, aunque los propietarios afectados podrían hacerlo por motivos de salud pública y daños a la propiedad. La policía local no ha emitido un comunicado formal, pero se espera que el caso sea investigado por las autoridades correspondientes.

El escándalo abrió nuevamente el debate sobre las condiciones laborales en servicios de mensajería, el uso de contratistas independientes y la necesidad de garantizar tanto la dignidad de los trabajadores como el respeto a los clientes.

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