El vuelo 5306 de Frontier Airlines, que cubría la ruta Orlando–San Juan, provocó momentos de terror entre sus 228 ocupantes tras presentar una grave falla en el tren de aterrizaje que obligó a abortar el descenso y maniobrar en el aire durante varios minutos.

La aeronave, un Airbus A321, se aproximaba al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín la noche del lunes cuando, a pocos pies del suelo, una de las ruedas delanteras se desprendió. El impacto con la pista fue suficiente para que el neumático izquierdo saliera disparado y sus restos alcanzaran uno de los motores. Como medida preventiva, el piloto apagó el motor afectado para evitar un incendio o explosión.

De acuerdo con FlightAware, el avión dio al menos cuatro vueltas alrededor del aeropuerto antes de intentar un nuevo aterrizaje de emergencia. Finalmente, la maniobra fue completada con éxito a las 10:54 p.m., sin que se reportaran heridos.

El perito en aviación Luis Irizarry señaló que la aproximación fue inestable desde el inicio y reveló que el copiloto recién incorporado a la aerolínea y con apenas unas mil horas de vuelo estaba a cargo del aterrizaje en ese momento. “Es posible que haya sido su primer vuelo sin un supervisor a bordo”, comentó el experto, sugiriendo que la falta de experiencia pudo haber influido en la maniobra inicial fallida.

Frontier Airlines confirmó que no se reportaron heridos y que el incidente está bajo revisión interna.

Por su parte, Frontier Airlines reconoció el incidente a través de un comunicado, confirmando que se trató de un aterrizaje forzoso debido a una avería mecánica. La aerolínea aseguró que no hubo lesionados y que se está llevando a cabo una investigación interna para esclarecer lo ocurrido.

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