Un avión de Hawaiian Airlines con 283 pasajeros a bordo fue evacuado de emergencia en el Aeropuerto Internacional de San Diego luego de que uno de los pasajeros supuestamente hiciera una amenaza de bomba momentos antes del despegue. El sospechoso fue arrestado en el interior del avión por las autoridades, en medio del asombro generalizado de los presentes.

El vuelo HA15, operado por un Airbus A330, tenía previsto despegar a las 8:30 a.m. hacia el Aeropuerto Internacional Daniel K. Inouye, en Hawái. Sin embargo, justo cuando el avión comenzaba a retroceder desde la puerta de embarque para rodar hacia la pista, una amenaza lanzada por uno de los pasajeros activó todos los protocolos de seguridad.

Según el comunicado oficial emitido por Hawaiian Airlines, fue un miembro de la tripulación quien escuchó al pasajero decir algo que ponía en duda la seguridad de la aeronave. Sin perder tiempo, el capitán optó por una medida preventiva: desvió el avión a una zona segura del aeropuerto, lejos de otras operaciones y con rápida coordinación con las fuerzas del orden.

En cuestión de minutos, más de una docena de patrullas, incluyendo elementos de la policía local, el FBI, el Departamento de Bomberos de San Diego, la Fuerza Conjunta Antiterrorista, la unidad K-9 y hasta el grupo táctico marítimo, rodearon el avión para iniciar una operación de evacuación.

La evacuación comenzó cerca de las 10:30 a.m., más de dos horas después del incidente inicial. Los pasajeros fueron trasladados en autobuses hacia una zona segura del aeropuerto, mientras los equipos especializados inspeccionaban minuciosamente el avión en busca de explosivos.

Isai Solorzano, un marinero de la Armada que viajaba en el vuelo, relató a medios locales que los agentes abordaron el avión preguntando por el dueño de unos “recipientes específicos”. Al parecer, el sospechoso se identificó y fue arrestado inmediatamente, esposado y escoltado fuera del avión ante la vista de todos los pasajeros. Varios videos del momento circularon rápidamente en redes sociales.

¿Había bomba a bordo?

Tras una exhaustiva revisión del interior del avión con la ayuda de perros entrenados para detectar explosivos, las autoridades concluyeron que no existía ninguna amenaza real. No se encontró ningún objeto sospechoso, y aunque el susto fue mayúsculo, el incidente no pasó a mayores.

Después de recibir el visto bueno por parte del equipo de seguridad, los pasajeros fueron autorizados a regresar a bordo. El vuelo despegó finalmente a las 2:20 p.m., casi seis horas después de lo previsto, pero con todos a salvo y sin contratiempos adicionales.

A través de un mensaje a los medios, Hawaiian Airlines agradeció a los pasajeros por su paciencia ante la situación y destacó la profesionalidad de su equipo:

“Agradecemos su comprensión durante esta situación y pedimos disculpas por cualquier preocupación que haya causado. Estamos trabajando para que todos los pasajeros lleguen a Honolulu lo más pronto posible.”

Por su parte, el Aeropuerto Internacional de San Diego confirmó que el resto de las operaciones no se vieron afectadas, y que el incidente fue contenido sin necesidad de cerrar otras terminales o pistas.

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