Por: Ernesto Escobosa

Los números que han venido mostrando las agencias encuestadores siguen siendo similares entre sí y muy consistentes desde hace prácticamente un año; Morena, con todo y el enfrentamiento entre grupos, la corrupción que se le documentó a la autodenominada Yeidckol Polevnsky antes de que tuviera que dejar la dirigencia nacional de ese partido y la candidatura de Salgado, no parece haberles afectado en cuanto la intención de voto. Al PRI y PAN separados les ganaría a ambos por más de dos a uno y unidos, junto con el PRD también estarían en desventaja, pareciera ser que el electorado aún tiene presentes las circunstancias que se siguen viviendo en el país y que se originaron en los gobiernos de Felipe Calderón y Peña Nieto.

En la proyección que comparten Parametría y Oráculos la Cámara de Diputados se integraría con 328 de Morena y aliados, 161 de PRI, PAN y PRD, 10 de Movimiento Ciudadano y uno más de alguno de los partidos de nueva creación; las cifras son alarmantes para la coalición “Va por México” ya que no solo no ganarían la mayoría como lo pretenden, sino que terminarían más reducidos políticamente y aún más marginados de los procesos legislativos. Para la oposición es prioritario obtener, aunque sea, la mayoría simple en la Cámara de Diputados para poder negociar algo, lo que sea, en la toma de decisiones, ya que en los últimos dos años han jugado un rol político nulo, no influyen en nada, no son tomados en cuenta y simplemente se han concretado a atestiguar que hacen las mayorías legislativas que controla Morena.

Tal vez la salida más inteligente de la coalición “Va por México” sea enfocarse en ganar el mayor número de legislaturas locales posibles para evitar que Morena también conserve el Constituyente Permanente que le permite seguir reformando la constitución, no solo las leyes reglamentarias, algo que no podía hacer un presidente de la República desde Ernesto Zedillo en la primera mitad de su mandato.

Si algo ha sido notorio, es que al Presidente no le interesa negociar con ellos y llegar a acuerdos, ni con las elites partidistas, sus legisladores o los gobernadores, por el contrario, las investigaciones por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera y de la Fiscalía General de la República cada vez se incrementan más en contra de personajes que en los últimos sexenios era impensable que estarían en esta situación, no solo investigados ellos y sus familiares, también exhibidos públicamente.

Es evidente que el PRI, PAN y PRD no solo se están jugando la Cámara de Diputados, las gubernaturas, los congresos locales y los ayuntamientos, tal vez, no estén muy conscientes que en el trasfondo está su supervivencia como partidos políticos, independientemente de que, al menos, el PRI y el PAN sí logren conservar su registro como partidos políticos nacionales.

Twitter: @ernestoescobosa