2021, un año electoral sui generis
Por: Ernesto Escobosa
El lenguaje público está siendo muy hostil, el debate político cada vez más polarizado por las dos fuerzas que se constituyeron para este proceso electoral, ambas coaliciones representan los polos opuestos, tanto en lo ideológico como en lo pragmático de sus formas de ejercer el poder. Los partidos pequeños, básicamente, los de nueva creación enfrentarán un escenario muy difícil, tendrán que ser muy creativos para llamar la atención de un electorado que se perfila para ejercer un voto útil entre dos proyectos de nación evidentemente contrastantes y lejanos.
A más de dos años de que inició el Gobierno de López Obrador no ha habido el mínimo intento de propiciar cercanía con la oposición; el distanciamiento es cada vez más notorio y es obvio que cada vez lo será más porque a juicio del Presidente los que saquearon al país en las últimas décadas pertenecen al PRI, PAN y PRD. La solicitud de la declaración de procedencia que hizo la Fiscalía General de la República a la Cámara de Diputados para poder acusar penalmente al cuestionado Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, sin duda, es un mensaje al resto de los gobernadores “federalistas” que pudieran tener en su historial algunas cuentas pendientes con la Ley.
López Obrador es un hombre que llegó a la presidencia con una lógica de que en dos ocasiones le robaron la Presidencia de la República, la primera vez quienes él denomina “la mafia del poder”, aliados con el PAN y el entonces IFE; y en la segunda ocasión los llamados poderes fácticos nacionales y extranjeros que destinaron cantidades exorbitantes de dinero a la campaña del PRI para evitar que él ganara la elección. Este Presidente, a diferencia de los anteriores, ganó sin el apoyo de los beneficiarios de los grandes negocios que se han hecho con el Gobierno en al menos un par de décadas, esta circunstancia le ha permitido gobernar sin ser rehén de esos poderosos grupos empresariales y políticos que se repartían el poder y el dinero público como si fuera un botín de guerra.
La elección de 2021 va a ser muy complicada para todos, no solo para los partidos, también para los órganos electorales, tanto para los locales como para el federal, debido a que se juega el rumbo inmediato en la toma de las grandes decisiones de Estado con la renovación total de la Cámara de Diputados. En 2018 hubo más de cien personas asesinadas relacionadas a la elección, lo deseable es que en este año los niveles de violencia y el activismo político de la delincuencia organizada no tengan costos tan elevados en vidas humanas; la mercantilización de la política ha hecho a la democracia electoral cada vez más vulnerable.
Creo que la liberación de órdenes de aprehensión, las detenciones y las investigaciones por corrupción no se van a detener durante estos procesos electorales de 2021, el Presidente parece estar dispuesto a demostrar que la oposición está moralmente derrotada y va a seguir haciendo lo que esté a su alcance para que no haya dudas de lo que ha venido señalando desde hace años.
Por: @ernestoescobosa