Por: Emmanuel Salazar

Finalmente, Ramón Dávila Flores concluyó su ciclo en la administración estatal en un escenario en donde la duda sobre su actuación quedó en suspenso, pues si bien la Secretaría de la Contraloría no le fincó responsabilidad alguna por la asignación de créditos, tuvo necesidad de retirarse del despacho.

Dávila Flores llegó hace casi cuatro años al servicio público luego de haber cobrado notoriedad en la industria minera, pues representó intereses de First Majestic Silver, la empresa de origen canadiense, y llegó cuando algunos consideramos que Alfredo Herrera Deras se haría cargo de la Secretaría de Desarrollo Económico.

La promoción de Durango tuvo claroscuros bajo el liderazgo de Dávila Flores pues siempre quedó una sensación de que faltaba algo, más cuando la Inversión extranjera directa cayó bajo su encargo, ya que años anteriores fueron mejores para la entidad en ese segmento.

El Gobernador José Aispuro Torres anunció que los funcionarios que recibieron algún crédito deberán de retirarse de la administración y devolver los recursos, sin embargo, como no señaló quienes son dichos personajes todo quedará a la voluntad de los involucrados.

Quizá lo bueno del proceso cuestionado de asignación de créditos sea el hecho de que se los recursos entregados a funcionarios serán devueltos y se volverán asignar, pero ahora con créditos con un tope de 50 mil pesos, lo que implicará poder apoyar a micro empresas, esas que lograr tener a flote a una, dos o hasta tres familias.

Ojalá sea pronto cuando se emita una convocatoria para que los micro empresarios puedan acceder al financiamiento preferencial al que, la información privilegiada, permitió en esta y las otras dos administraciones estatales acceder a un pequeño grupo cercano al Gobierno y en ese mismo proceso se encuentra el Municipio, en donde también es deseable que se logre democratizar y llegar a esas familias con pequeños negocios que permitirán, en lugar de entregar despensas, alentar a los emprendedores a salir adelante.

Si bien se podría pensar que con las medidas se precariza el empleo, al menos ahora en plena pandemia se intentará alentar a la población a salir adelante sin estar a la espera de la despensa que anula el espíritu emprendedor que tenemos los humanos.

Los micro créditos del presidente Andrés Manuel López Obrador no llegarán a la población abierta, pues esos recursos están destinados a seguir con el listado clientela que el nuevo Gobierno federal ha logrado establecer para asegurarse de un voto en los próximos comicios electorales.

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