Por: Gilberto Jiménez Carrillo

La actual dirigencia nacional del PRI se tomó muy en serio aquello de la familia revolucionaria. Conformó su lista de pluris para San Lázaro con parientes y amigos de los actuales y anteriores mandos del partido, sin preguntarle a nadie. El reparto de curules desató la inconformidad en el seno del PRI. La llamada corriente Democracia Interna del PRI, reclamó la renuncia del líder nacional, Alejandro Moreno, por hacer del tricolor «un partido familiar» y postular como candidatos a diputados a parientes, socios, cómplices, prestanombres y otros personajes que llenaron las listas plurinominales, dejando fuera años de trabajo, militancia, entrega, pasión, y dando lugar otra vez al enojo, la frustración y finalmente, al abandono en las urnas.

El método utilizado por “Alito” fue descrito como agandalle campechano, por lo que muchos piden su destitución. Las estructuras priistas están crujiendo debido a que hay mucha inconformidad por el agandalle que hizo Alejandro “Alito” Moreno de las candidaturas plurinominales. Todavía está fresca su promesa de campaña para llegar a la presidencia del PRI, cuando dijo que les devolvería el partido a los militantes. Sin embargo, más bien se los está arrebatando al postularse él mismo, a sus colaboradores, al esposo de su secretaria general y a los hijos y sobrinos de sus amigos. “Alito”, que como se le conoce al presidente nacional del PRI, no es pequeño de estatura sino chiquito de carácter, y por si fuera poco también es gandalla, pues resulta que el mismo encabeza la lista de candidatos a diputados plurinominales.

Tratar de sacar ventaja para resolver una situación podría ser interpretado como ser más listo, vivaracho u oportunista, pero para cuatro de cada diez mexicanos eso representa ser gandalla, abusivo por naturaleza, defecto que a nadie enorgullece. Pero todo indicar que “Alito”, el pequeño gandalla, lo que digan los militantes del partido que representa, lo tiene sin el menor cuidado, ya que el pequeño y chiquito señor, se convertirá en diputado sin hacer campaña, sin ensuciarse los zapatos, sin tocar puerta por puerta, sin gastar dinero, sin arriesgarse al repudio del electorado, en pocas palabras será diputado por gandalla, al igual que su sequito de cómplices.

En su escrito, los inconformes manifiestan que el PRI se ha convertido en un partido familiar. Prácticamente todo el Comité Ejecutivo se incluye en las listas plurinominales, demostrando que el PRI es un partido al servicio de la cúpula. Si tuvieran una pizca de decencia, deberían renunciar a sus cargos para irse a competir al territorio, empezando por el responsable de esta infamia, “Alito” Moreno.

En lo personal, apostaría mil a uno que no va a pasar nada, y los priistas que no están de acuerdo con la repartición del botín, se quedaran chiflando en la loma, pues no habrá nada ni nadie que cambie la posición de “Alito el gandalla”.

¿Nos pretenden tomar por idiotas, por inocentes o por borregos? Se preguntan los inconformes. Yo diría que las dos cosas. Una de dos, “Alito el pequeño gandalla” corrige las listas y las abre para el priismo nacional o lo dejan sin votos y, por lo mismo, sin diputaciones. Aguas Durango, que en el priismo local está sucediendo exactamente lo mismo, pero como en el PRI la frase que los distingue es borregos somos y en el partido andamos, entonces como siempre tendrán que agachar la cabeza y aceptar las imposiciones.

 Email:[email protected]