AMBIENTE POLÍTICO… AMLO que crece torcido
Por: Eduardo Serrano
Quien crea que el Presidente de la República no ha tenido un crecimiento durante lo que va de su mandato, está absolutamente equivocado. Quien asegure que el tabasqueño no ha dado resultados en su segundo año de Gobierno, simplemente comete un error. Solo hay que precisar qué tipo de crecimiento y cuales resultados son los que caracterizan el avance del inquilino de Palacio Nacional. Evidentemente, se trata de un crecimiento torcido, de malos resultados que alejan a nuestro país del desarrollo y de la paz. Sin embargo, se sigue manejando con un estilo que le ha permitido mantener un buen nivel de popularidad, que le será muy favorable para darle un nuevo empujón a Morena en el 2021, de ahí que las únicas estrategias visibles de ese partido a nivel nacional, se estén columpiando del árbol que les ha dado sombra durante estos años, adoptando inclusive, el “tonito” pausado para hablar, y hasta la tónica de “mandar al diablo a las instituciones”, como lo ha hecho la senadora Margarita Valdez, sin que nada los inmute.
El manejo de la pandemia ha sido pésimo por parte del Gobierno de México. Con cerca de 600 mil casos confirmados y rondando las 65 mil defunciones, no hay nada de que presumir, ni mucho menos criticar el manejo de otros países, como lo hizo el presidente con España de forma irresponsable, porque si AMLO quiere, hasta “patentar” la estrategia de contención de la crisis sanitaria, debería cambiar “el minuto de silencio”, por unas cuantas horas escuchando atentamente las indicaciones que sí salvan vidas, y no solo aquellas que liberan camas de hospitales al fortalecer al único sector que se ha visto favorecido con lo que hace el Gobierno Federal: El Funerario. Tan solo en Durango, de acuerdo con la información de la Secretaría de Salud, aproximadamente el 56 por ciento de las defunciones registradas han ocurrido en los hospitales del IMSS. Algo no se está haciendo bien, a parte de las señales contradictorias con el uso del cubrebocas, en el que se han hecho retos importantes con la finalidad de concientizar a la sociedad, pero en ninguno se ha logrado hacer que el mandamás de este país se lo ponga.
Si de recuperación económica se trata, bien dice el dicho que “al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. La bronca es que, a México, el árbol de Palacio Nacional, lo tiene bien descobijado. Los programas clientelares con miras a fortalecer el capital electoral para el 2021, es lo que opera a todo vapor. Por ejemplo, el reparto de 10 mil millones de pesos a padres de familia para la construcción de aulas, es evidente que pretende garantizar más votos que ladrillos apilados. Los 60 mil empleos recuperados en agosto que vino a presumir Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo a nivel federal, son producto del esfuerzo empresarial, porque los incentivos fiscales “a los de arriba” nunca llegaron, el Gobierno de la Cuarta Transformación los dejó solos, a diferencia de las pensiones a adultos mayores y las becas para jóvenes, que forman parte de los “de abajo”, los que por ser el grueso del padrón electoral, conviene más echarles una manita.
Y así le podemos seguir con el tema de la inseguridad, con más de 17 mil asesinatos violentos en el primer semestre. Lejos de observar un quebranto a los altos índices de violencia, vemos récords mes con mes, dado que son alrededor de cien homicidios diarios, que en promedio tiñen de rojo este país cuya transformación sigue muy distante de la pacificación que nos pintó en campaña el tabasqueño, y que ahora en los spots del segundo Informe presidencial, siguen vendiendo diminutos espejos. Aunque la percepción general es que sí se lucha contra la corrupción, esa misma percepción indica que no pasará nada, puesto que solo se persigue con fines electoreros a los expresidentes.
Las consultas promovidas desde el Gobierno de México no pretenden hacer justicia, sino evitar que los sufragios vayan pintados de blanquiazul y tricolor. Ciertamente es una estrategia interesante, sin embargo, deja al descubierto los objetivos de un AMLO que crece torcido, con el riesgo de que nunca su sexenio enderece.
Twitter: @LaloSerranoZ