Por: Eduardo Serrano

El acuerdo al que llegaron las diferentes fuerzas políticas representadas en el Congreso del Estado, para lograr los equilibrios y la estabilidad en el Poder Legislativo, es algo más que sentarse a la mesa a compartir “el pan y la sal”. Es discutir un tema que mantuvo los ojos del Ambiente Político puestos en la reforma a la Ley Orgánica, en las dos últimas semanas, en medio de un fuerte enfrentamiento entre cuatroteístas y aliancistas. Afortunadamente, ha prevalecido el diálogo, ese que aflora cuando el interés superior por Durango, está por encima de los intereses -lícitos o no- de cada partido o actor, más aún, cuando en puerta está un proceso electoral que requiere que la visión de todos, se encuentre concentrada, y no admite lugar a disparates que pongan en riesgo el proyecto político que se tiene encomendado. Para ello, se requiere una buena operación, de esas del tipo “ganar, ganar”.

Hay que reconocer la madurez con la que actuaron los jefes estatales de los partidos políticos y los coordinadores parlamentarios. La forma en la que se construyó ese acuerdo, tendrá resonancia más allá del año entrante, pues, sin lugar a dudas, la apertura del mandamás de Morena, Otniel García, fue oportuna para establecer un punto de partida, en el que se hicieron a un lado los arrebatos, para dar paso a la negociación, ya que, si el objetivo era darle “poder al pueblo”, no acaparar la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), era un buen comienzo, situación que supo negociar adecuadamente Arturo Yáñez como líder del priismo, para que Ricardo López Pescador, coordinador del Grupo Parlamentario del tricolor, quedara al frente el primer año, situación que en los inicios de su mandato en el PRI, es sin duda un buen acierto.

Hacer rotativa la Jugocopo, requirió de la operación política del secretario general de Gobierno, Héctor Flores Ávalos, quien como hábil conocedor de la materia, fungió como facilitador e impulsor del diálogo entre los partidos políticos. Esto dio como resultado un acuerdo en el que se logran los equilibrios necesarios para el buen funcionamiento de la legislatura naciente. La capacidad de negociación de Verónica Pérez, fue uno de los elementos determinantes para que se diera el consenso, pues la jefa estatal del blanquiazul, también aportó lo necesario para que, en ese equilibrio de fuerzas, la Mesa Directiva sea encabezada el primer año por su partido, mientras que el segundo le corresponderá a Morena y el tercero al PRI.

La balanza se mantiene estable al dejar la responsabilidad de la Coordinación de Comunicación Social durante el primer año, a cargo de Morena, lo que hace suponer que, dado el desempeño en esta última fase de la actual Legislatura, quedará a cargo de Iván Barrios, quien ha sabido potenciar los temas legislativos expuestos por Iván Gurrola en la última fase de la actual Legislatura. La comunicación quedará en el segundo año a cargo del PRI y el tercer año con el PAN. Pero el acuerdo va más allá, pues habrá distribución equitativa de las comisiones legislativas, lo cual quedará plasmado en una propuesta de reforma a la ley Orgánica, que cumple con lo necesario para generar consensos y ser aprobada a la brevedad, poniendo en equilibrio la balanza en el Congreso.

Twitter: @LaloSerranoZ