Por: Eduardo Serrano

La semana pasada analizamos en este espacio la forma en la que arrancaron funciones las regidoras del Cabildo capitalino; para ser honestos, varias de ellas han entendido que es su momento en el Ambiente Político. Hoy toca el turno a los caballeros. Los servidores del primer contacto con los ciudadanos, serán puestos a prueba por la ciudadanía, para explotar su capacidad creativa ante la inminente escasez de recursos para desarrollar sus labores de gestión, pero a la vez, deberán ser muy hábiles en los temas que en lo particular posicionarán para destacar, de manera que sean para sus respectivos partidos, los principales activos en el campo y en la construcción de acuerdos, y no los “patitos feos” como ocurrió en algunos casos del pasado trienio, en los que para acabarla de amolar, hubo quienes no hicieron “ni fu, ni fa”, brillando no por su trabajo, sino por su ausencia, pasando a la historia como regidores desabridos. 

En el PAN, como partido gobernante, los regidores de inmediato cerraron filas con Londres Botello, quien asumió el liderazgo de la fracción blanquiazul. Fueron visibles las acciones de cabildeo del coordinador de la fracción para condimentar los primeros acuerdos en conjunto con Mario Garza, secretario del Ayuntamiento. Gran parte de lo que Londres ha puesto a la mesa en este arranque, se cocinó a partir de un ambiente favorable al interior de la fracción panista con Fernando Rocha, quien también ha sabido darle un sabor especial a la unidad en la militancia desde los subcomités, para apuntar a un solo proyecto de partido. Rocha le sabe muy bien a la receta de la gestión por la experiencia adquirida en los tres años anteriores, y porque ha privilegiado el contacto directo con la gente, al igual que Paco Gónzalez, hombre de familia, reconocido entre sus compañeros por defender sus valores como persona, entregado y dedicado a su chamba, quien ahora preside la comisión de Atención a la Niñez y Grupos Vulnerables, espacio en el que hay muchos platillos que preparar.

El MC tiene en Gerardo Rodríguez a un buen cocinero de gestiones, de esos que les gusta ponerle mucho picante a las discusiones. Se percibe que el profe Rodríguez ha hecho un buen equipo con sus compañeras regidoras, pero no se alcanza a ver tanto la integración del líder aliancista Raúl Medina Samaniego quien, tal vez, literalmente ande por otra “ruta” más enfocada a las necesidades de su gremio, situación que lo mantiene un tanto ajeno a la dinámica de los “naranjas”. Caso contrario ocurre con el priista David Payan, quien junto con Daniela Soto han soltado más hervor, en menos de un mes, que sus antecesores tricolores en tres años, con plena claridad de su función opositora, en la que se nota que pueden disentir y también llegar a concretar acciones que permitan el avance de la administración municipal, sin que eso signifique que se coman, a la primera, todo lo que les sirvan.

La exigencia de auditorías a la pasada administración ha sido parte del discurso inicial de Primitivo Ríos. A pesar que se vio, hasta cierto punto, amarga y cerrada la actitud del petista, es evidente que solo está haciendo su papel, poniendo a fuego lento su notoria animadversión a todo lo que huela a cierto “oftalmólogo” y realizando acciones de gestión al estilo del Partido del Trabajo. Desde luego, eso contribuye a la competencia entre los seis regidores, la cual podría llegar a intensificarse, más aún, ahora que las damas los superan numéricamente y varias de ellas han demostrado su gran capacidad en la gastronomía política. Sin embargo, es indiscutible que en muy poco tiempo, como se dice coloquialmente, se les ha visto la “zanca a los pollos”; ya tenemos una idea de “quiénes” le pondrán más sabor “al caldo”, o mejor dicho, al Cabildo, y también podemos decir, que por lo menos, el entremés ya despertó el apetito de los comensales.