AMBIENTE POLÍTICO… Desbandada chapulinezca
Por: Eduardo Serrano
En cada proceso electoral, los movimientos internos en los partidos del Ambiente Político tienen sus consecuencias, unas favorables y otras no tanto. En la definición de las candidaturas, siempre ronda el fantasma de las “desbandadas”, entiéndase como el efecto producido por la salida de militantes, que dicen sentirse agraviados por la ingratitud del “partido que los vio nacer”, o por la conducta de la dirigencia en turno. Sin embargo, la desbandada, rara vez se da para que el militante que emigró, se integre a la vida productiva en la industria, en el campo o en la actividad comercial. No, los inconformes con justa o injusta razón, se integran en la inmensa mayoría de los casos a otra fuerza política, dado que el cosquilleo que produce la adrenalina de las campañas, es tan atractivo, que vale la pena “mutar de piel” para no perderse la fiesta, que por supuesto, no es de disfraces, aunque eso parezca.
La salida de Osbaldo Santillán Gómez de las filas tricolores, tal como lo apunta el presidente estatal del PRI, Luis Enrique Benítez, es un saldo que ya se veía venir. El Alcalde de Mezquital, desde que se plantó en las afueras del Comité Directivo Estatal ubicado en el bulevar Domingo Arrieta, colapsando el tránsito vehicular de aquella zona de la capital, traía dos objetivos: 1) hacerse de la candidatura del Distrito 15 local, para él o para su esposa, y 2) renunciar a su militancia, ante la obvia negativa para cumplir con el objetivo “1”. Santillán quiso chapulinear de puesto y terminó chapulineando de partido, lo cual es una conducta que no asombra, y que tampoco es para rasgarse las vestiduras, pues está en todo el derecho de buscar nuevos horizontes políticos. Desde luego, vale la pena señalar que, a donde lo conduzcan los vientos de este destino bizarro, digamos, a su nueva casa, sea guinda, naranja, verde o tuti fruti, es muy seguro que se le alinearán los astros para ser candidato del distrito que tanto anhela.
La desbandada chapulinezca ocasionada por los ahora ex priistas, quizás no sea lo suficientemente fuerte para que Santillán Gómez gane la contienda, pero sí para dificultarle el panorama a la coalición “Va por Durango”, integrada por el PRI, PAN y PRD, ya que, inevitablemente, dividirá al tricolor del Mezquital y tal vez alcance el efecto a otros municipios. Esto abre una ventana a Morena y su aliado el PT, quienes perfilan a Nancy Vázquez Luna en ese distrito; obviamente, el crecimiento de Osbaldo y el posicionamiento de Nancy dependerán de las dimensiones de la desbandada, pero, pase lo que pase, es innegable que esta situación obligará a que Ismael Hernández Deras, se meta al taller para darle una buena afinada a la maquinaria tricolor, dado que conoce a la perfección ese territorio, además de que mucho dependerá de él, que se refrende el triunfo electoral del 2018.
Vender la percepción de las desbandadas en las elecciones, es una estrategia efectiva. Afecta el ánimo de un sector de la militancia que prefiere quedarse a dar la lucha desde la misma trinchera de toda la vida, mientras espera el turno adecuado para jugar en su momento, aunque ese momento, nunca llegue. Particularmente en el PRI, muchos prefieren ser cabeza de ratón, en vez de cola de león, y por eso amagan con irse de sus filas; se quejan de los “mismos de siempre” y llegan a otros partidos a ser eso, “los mismos de siempre”, pero de diferente color. Por eso el tricolor ha sobrevivido a muchas desbandadas, unas de gran magnitud como la que surtió de militantes a Morena; unas medianas que han fortalecido las filas del PAN, Movimiento Ciudadano y el Verde, y también han salido al quite por el PRD; otras de menor tamaño, le dieron vida a la “chiquillada”, pero al final de cuentas, el PRI ha sobrevivido, hasta el momento, a esas desbandadas chapulinezcas.
Por: @LaloSerranoZ