AMBIENTE POLÍTICO… Destino Trump
Por: Eduardo Serrano
Con la llegada de Joe Biden al Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, se cierra un capítulo en la historia de nuestro vecino país, que ha dejado importantes lecciones. El camino por el que se condujo Donald Trump, lo llevó a un destino en el Ambiente Político, en el que, irremediablemente, salió perdiendo. Sus manipulaciones en las redes, y su conflicto en particular con Twitter, lo llevaron a serios desencuentros que derivaron en la censura, un destino que podría correr el Presidente de la República, al querer “ponerse al tú por tú” con la red del pájaro azul, acusando a su director en México, de estar alineado al PAN, y además, con un pasado que lo ubica como asesor de un senador y por si fuera poco, haber sido directivo de logística del equipo de transición del “temible” expresidente Felipe Calderón.
Al meter a esa red social en el mismo combo que ha metido a todos los integrantes de la “Mafia del Poder”, y verle al pájaro azul, en su color lo panista, el tabasqueño presionó fuertemente con sus piezas dentales, al órgano muscular que se encuentra al interior de su boca, ya que en su equipo de Gobierno, se pueden contabilizar a varios expanistas, que de no por el hecho de haber militado en Acción Nacional fueron de los “malos”, y tampoco, por el hecho de haber brincado a la Cuarta Transformación (4T), se hicieron de los “buenos”. El inquilino de Palacio Nacional no aprendió de la lección de Trump, por lo que podría correr con la misma suerte, dado que “Twitter”, le respondió con prontitud, señalando que era lamentable ver comentarios dirigidos a sus empleados como responsables únicos de las decisiones o reglas de la empresa. Si al jefe de Estado de la nación más poderosa, le fueron cortadas sus alas en la red, sería absurdo pensar que, al mandamás de México, de seguir así de “peleonero”, no le vayan a cerrar su cuenta.
Trump labró su propio destino, al exacerbar la división en su país. El episodio vivido en el asalto al Capitolio, fue el último pataleo de una serie de berrinches a lo largo de su mandato, en los que fue exhibida la vulnerabilidad de un país, ante los caprichos de un hombre, que lejos de asumir con absoluto respeto su investidura presidencial, optó por hacer de ello un “show” para mantener embelesados a sus seguidores. Curiosamente, eso le ocurre al Presidente de México, quien ha ocupado su tiempo -primordialmente- en denostar a sus adversarios, haciendo crecer cada día más la división entre los mexicanos. Sin embargo, el tabasqueño no se ha olvidado de gobernar para todos, porque nunca lo ha tenido en mente. Su objetivo ha sido atacar a sus adversarios -los conservadores- y en eso, es en lo único que ha sido coherente y consistente. Así también fue Trump.
El magnate estadounidense fue soberbio; se jactó de su superioridad frente a la pandemia que, desde sus inicios, amenaza con arrebatarle la vida a una parte importante de la población mundial. Desestimó los esfuerzos de la ciencia médica, y se pasó por el “arch of triumph”, las medidas sanitarias recomendadas para detener la masacre provocada por el devastador Coronavirus. El Presidente de la República, ha hecho lo mismo permitiendo que un tipo arrogante y engreído, maneje la estrategia contra el COVID19, provocando que México se acerque -peligrosamente- a triplicar el “escenario catastrófico” que él mismo vio como un imposible. Por eso, el destino de Trump, ronda por Palacio Nacional acechando al tabasqueño desde las primeras horas del día en cada “Mañanera”, donde, para él, hablar de Benito Bodoque, es más importante que responder por lo que hace… el resto de su pandilla.
Twitter: @LaloSerranoZ
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