Por: Eduardo Serrano

La pista en el 3er Distrito local, es el escenario de una intensa carrera que tiene como meta el Congreso del Estado. En este, como en algunos otros distritos -no en todos ciertamente-, la conjunción entre candidato y partido o coalición, será tan importante, como lo es entre piloto y auto. Desde el arranque, se dieron señales del potencial de las y los abanderados frente al volante de las campañas, aunque hubo quienes salieron “quemando llanta”, y casi se estampan en sus propios errores, como Toño Mier del Movimiento Ciudadano, sin embargo, para su fortuna, solo se trató de una tremenda “derrapada” al meterse hasta la cocina, que le servirá de experiencia para que ponga más atención en la pista y mire de reojo el tablero de su vehículo, de lo contrario, se le va a acabar la gasolina y ni cuenta se va a dar, o en una de esas, puede llegar a desvielar el motor naranja, y las reparaciones con el proceso en marcha, salen muy caras.

Con los emblemas del PRD, PAN y PRI del auto de la coalición “Va por Durango”, Londres Botello mantiene el pie en el acelerador; Fernando Rocha y Diego Flores calibran diariamente cables y bujías, para que las estructuras blanquiazules enciendan al “llavazo”, mientras Daniela Soto y Toño Morales, verifican que la maquinaria tricolor conserve a la perfección los niveles de aceite. Por su parte, Ana Soto y José Antonio Solís, se encargan del sistema eléctrico del Sol Azteca, dándole a Londres la tranquilidad de que el auto de la alianza se encuentra en condiciones adecuadas para recorrer la pista durante los 44 días que restan de la campaña, cuidándose de que no lo rebase por la izquierda Patricia Ortega, quien, en efecto, recibió de Sandra Amaya un auto con todos sus servicios de agencia, el problema es que la diputada federal con licencia, no supo manejar su tarea legislativa en San Lázaro, chocó el vehículo que ganó en 2018, y no ha querido hacerse responsable de los daños a terceros.

Morena no deja de ser un auto que, con buenos pilotos, puede llegar a meterle dinamismo a la contienda en la mayoría de los distritos, sin embargo, ese ha sido el problema, ¡no tiene buenos pilotos!, tal es el caso de la candidata del 3ro local, quien deberá colgar en el retrovisor una estampita de “San ya sabes quién”, y encomendarse a los mecánicos del PT para que le pasen corriente, que le pongan aditivo Cuarta Transformación (4T) al motor, y con esto le ayuden a hacer un papel decoroso en la carrera. Dicha situación permite que las otras fuerzas políticas metan “quinta” para mantenerse en la competencia, como es el caso de Dulce María Ontiveros, del Partido Verde, una joven que ha estado en los “pits” del Tucán en otras campañas, y ahora ha tomado el volante con la confianza que le ha otorgado Gerardo Villarreal y Vero Fragoso, sorteando las pendientes de la competencia electoral, en la que el vehículo Verde va con la consigna de mejorar sus tiempos y alcances, para fortalecer su presencia en el Congreso del Estado.

Muy difícil va a ser para los carros del Partido Encuentro Solidario, Fuerza por México, y Duranguense, dar los tiempos -y los votos-, que les permitan conservar su registro. Sus pequeños motores, con los acelerones pueden tronar ante la alta exigencia de sus pilotos, que en algunos casos están deseosos de “meterle pata”. Aunque también se juega el registro en una carrera cuesta arriba, Redes Sociales Progresistas (RSP), tiene sus particularidades, puesto que toda la gasolina se le está cargando al auto del 2do distrito local, en el que el mismo piloto ha dicho -palabras más, palabras menos-, que la verdadera carrera es por el 2022, y esta contienda es un mero trámite. De cualquier manera, la competencia va en curso y así como en la pista del 3ro local, ha sido ondeada la bandera al cruzar la meta, a favor del PAN con Mar Grecia al volante, luego para Morena con Sandra Amaya de piloto, ahora en 2021, ¿Quién logrará la hazaña?

Twitter: @LaloSerranoZ