Por: Eduardo Serrano

No es un capítulo de aquella serie de “Elliot Ness”, pero sí podría armarse una buena historia y con el mismo título, con lo que gira alrededor del caso del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, lo cual sigue dando mucho de qué hablar en el Ambiente Político, pues luego de que su defensa argumentara que, con el objetivo de que explicaran lo que hicieron para la compra de la empresa de fertilizantes Agronitrogenados que en 2014 realizara la paraestatal, se había solicitado que fueran citados a declarar en calidad de testigos al expresidente Enrique Peña Nieto, el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray y al exsecretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, cuya respuesta fue negativa por parte de una juez federal quien así lo determinó, prestándose a diversas interpretaciones, empezando por lo que sucedió en las elecciones de 2018, cuando el papel del Gobierno de Peña, no le hizo mosca a “ya sabes quien”.

El olor a pacto de impunidad es cada vez más notorio, al ver cómo “los intocables” fueron salvados de una eventual exposición al “qué dirán”, junto con otros 12 implicados en la controvertida compra, pues sin explicar motivo alguno del porqué se negó dicha solicitud, Luz María Ortega Tlapa, jueza del Juzgado Octavo de Distrito de Amparo en materia Penal, rechazó la oportunidad de que los abogados de Lozoya embarraran a varios “peces gordos”, incluyendo al exsubsecretario de Hacienda, Miguel Messmacher, y  Enrique Ochoa Reza, exdirector de la CFE, motivo por el cual Javier Coello Trejo, abogado de Lozoya, aseguró que interpondrá un nuevo recurso legal subiendo a los tribunales, para que le señalen el porqué la juez no quiso molestar a estos testigos que están relacionados directamente con los hechos. 

En ese andar que reúne todas las características de un pacto, el abogado Coello aclaró que no pretende imputar jurídicamente a nadie, sólo desea obtener información de “los intocables”, puesto que seguramente ellos cuentan con información relativa a la compra de Agronitrogenados, y reiteró que si a partir de esas preguntas, la Fiscalía General de la República ve en las respuestas la necesidad de investigarlos, pues ya sería tarea de Dios. Desde luego, tanto Coello, como Lozoya y una buena cantidad de mexicanos deseamos saber la verdad, porque en el acta 865 del Consejo de Administración de Pemex, con fecha del 17 de diciembre de 2013, consta que algunos de “los intocables” tenían pleno conocimiento de la corrupta operación.

La orden de aprehensión contra Lozoya y de algunos de sus familiares por el caso Odebrecht, girada por un juez de control, fue lo que motivó a sus abogados a hurgar en las altas esferas en las que se encuentran “los intocables”, porque hay interrogantes que no logran descifrarse, por ejemplo, ¿cómo es que no se esté investigando a la persona que firmó el contrato por parte de Agro Industria para los avalúos de la compra, si estos fueron realizados por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda, de la cual era titular en este entonces Luis Videgaray?, además, ¿cuáles fueron las instrucciones que recibió Videgaray de su jefe Peña?, y si hasta el momento, “los intocables” no tienen vela en el entierro, ¿por qué no citarlos a declarar sólo como testigos? La respuesta se resume en una sola: Si huele a pacto, hace como pacto y camina como pacto, entonces, hubo pacto… sólo una última pregunta, ese pacto, ¿sería con ya sabes quien?