AMBIENTE POLÍTICO… Ivonne y «Alito», en la línea divisoria del PRI
25/06/2019 - Hace 5 años en MéxicoAMBIENTE POLÍTICO… Ivonne y «Alito», en la línea divisoria del PRI
Por: Eduardo Serrano
El sábado pasado se registraron los aspirantes a dirigir al Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en una de las etapas más complejas por las que atraviesa el tricolor en la que se ven obligados a avanzar, pues frente a ellos se encuentra una línea divisoria que separa la reconstrucción de la perdición. El Revolucionario Institucional tiene sólo dos rumbos a elegir, no hay más, su edad ya no le da para “andar en otros trotes”. La perdición podría ser la ruta más corta, la más rápida, la que no requiere de nada extraordinario, sólo que se dejen llevar por la inercia de su vejez política; en cambio la reconstrucción será una opción lenta que supondrá un esfuerzo extraordinario de todos los que deseen mantenerse en sus filas. Por lo tanto, el PRI en este Ambiente Político deberá elegir bien a quién le entregará esa posibilidad de conducirlo a un lado o al otro, para nombrarlo héroe o villano, tan pronto como logre su objetivo.
A pesar de recibir la solicitud de registro de varios priistas de reconocida trayectoria, es totalmente evidente que la pelea interna por alcanzar la dirigencia nacional se sitúa entre la mancuerna que integran Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano, contra la fórmula de Ivonne Ortega y José Alfaro. No se trata de demeritar el esfuerzo de otros militantes, simplemente es entender que la batalla que se libra en las entrañas del tricolor, en términos reales, no da para tanto luchador. De por sí, el desgaste al que será sometido este partido, lo dejará tal vez chimuelo, con un ojo morado, fracturado y vaya usted a saber qué más lesiones le provoquen, pero por la experiencia que tiene, seguramente continuará de pie, tal vez recargado en su extremidad izquierda o en su derecha, pero de pie.
Vemos dos discursos en los aspirantes, el de Alejandro Moreno Cárdenas tratando de buscar la unidad, retando a sus adversarios a dejar las críticas y conminándolos a trabajar, si es que en verdad son priistas. Vemos por otro lado el discurso de Ivonne Ortega, quien exige que le sea regresado el PRI a la militancia, algo que podría sonar un tanto extraño, puesto que la militancia nunca ha tenido al partido como tal, pero en fin, esa es su bandera. “Alito” señala que no solapará la impunidad de quienes obraron mal en la anterior administración federal; asegura que su relación con AMLO será de respeto en beneficio de México y expone sus triunfos electorales -incluyendo la gubernatura de Campeche”- como carta de presentación, además del apoyo de una buena parte del priismo, entre ellos el diputado Esteban Villegas Villarreal, quien coordina su proyecto en Chihuahua; Arturo Yáñez Cuéllar en Durango y desde luego, los gobernadores priistas quienes han cerrado filas con él. En Durango Jesús Diez y Óscar García Barrón se cuentan entre los que impulsan la causa de Ivonne Ortega.
Por allá del año 2000, luego que el PAN, con Vicente Fox, los sacara de Los Pinos, el PRI se sostuvo a base de acuerdos con su propio verdugo. El blanquiazul le proporcionó oxígeno suficiente para mantener gubernaturas, alcaldías, diputaciones y senadurías, y desde luego, posiciones en cargos públicos de primer nivel, hasta recuperar al cabo de 12 años la preciada “joya de la corona” con Enrique Peña Nieto, a quien muchos priistas culpan de no haber hecho lo necesario por retenerla, pues se le fue de las manos cual gaviota despechada. Eso no le quita al priismo ni el mérito ni el reconocimiento a su capacidad de maniobra, hasta en las condiciones más adversas. Ahora su verdugo es otro, uno que se autonombra de izquierda; alguien que lo conoce muy bien y lo ataca porque sabe de sus debilidades y sus fortalezas, hoy más que nunca, en que el PRI se encuentra frente a esa línea divisoria que conduce a la perdición o la reconstrucción.