Por: Eduardo Serrano

El triunfo de Mario Delgado Carrillo en la contienda interna de Morena, ciertamente no apaciguó las aguas turbulentas de ese instituto político en todo el país, pero al menos, ha permitido a muchos liderazgos tener claridad del rumbo que habrán de tomar en el 2021, y quizás para el 2022. En Durango hubo varios legisladores que se la jugaron con el todavía presidente de la Jucopo en la Cámara Baja, por lo que, seguramente, el ahora mandamás morenista, les confiará decisiones importantes en relación a la definición de candidaturas, ya que el partido de la Cuarta Transformación (4T) tiene enfrente una auténtica prueba de fuego, en la que quedará al descubierto si verdaderamente se ha logrado configurar su unidad, o de plano, se continúa por el camino de división que tanto daño, en tan poco tiempo, les ha provocado. Bajo ese escenario, el Ambiente Político para los promotores de esa unidad es una interesante coyuntura que algunos ya están capitalizando.

A nivel de senadores, José Ramón Enríquez le lleva años luz a Margarita Valdez. El oftalmólogo ha sabido mantener la cercanía adecuada con Mario Delgado, al tiempo que gestiona recursos federales desde el Senado para obras en Durango, como el tramo carretero Otinapa-El Soldado, que bien se podría asemejar a los kilómetros que el Dr. Enríquez ha trazado rumbo al 2022, llevando la delantera de forma inteligente mientras realiza movimientos entre los regidores alineados a su causa, como lo fue con el profe Gerardo Rodríguez y Marisol Carrillo, enviados a las filas de Morena, situación que no sorprende en lo más mínimo, pero que sí ayuda a la influencia del galeno en el Cabildo capitalino. Las legisladoras federales de Morena, también podrían presumir su cercanía con Delgado Carrillo por el hecho de participar en el mismo Ambiente Político en San Lázaro, solo que la incipiente labor legislativa que las caracteriza -a excepción de Martha Olivia García-, en automático las coloca al final de la fila.

En contraste, en el terreno del Congreso local la diferencia es abismal, ya que Sandra Amaya, no solo le va a quitar muchos dolores de cabeza a la dirigencia nacional, en cuanto al tema de unidad, sino que también podría resolverle algunas dificultades operativas, pues ha sabido ganar ascendencia entre sus homólogos y otros liderazgos duranguenses. Para la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, la victoria de Mario Delgado representa la oportunidad de seguir haciendo trazos en la estructura de Morena en Durango, perfilando a la vez su objetivo al 2022, año que también está en la mira de Marina Vitela, otro perfil que se codea con Mario Delgado y que en últimas fechas ha hecho más notoria su aspiración para la sucesión gubernamental, motivo por el cual, la alcaldesa de Gómez Palacio ha intensificado su presencia mediática en Durango.

Esta vez también le hará “justicia la Transformación” a Héctor Vela Valenzuela, quien coordinó en Durango la campaña de Mario Delgado, dándole la posibilidad real de verse en el 2021 en una posición más acorde a su capacidad política. Por lo tanto, en esa conjunción del horizonte morenista, los astros se están alineando y será mejor que así sigan, pues se acerca la hora de enfrentarse a una contienda que puede significar su resurgimiento o su debacle. Cabe mencionar que las condiciones para una alianza en nuestra entidad con el PT y el Verde, ahora son más óptimas, por lo que el partido canibal que se vio el año pasado, aparentemente dista mucho del que veremos en 2021, pero aún queda la duda del papel que jugará en 2022, ya que, mientras unos o unas solo le apuestan al impacto mediático, otros se están moviendo con ejemplar sigilo, allá donde despachan y reparten, sí, allá donde no hacen bizcos, simplemente, porque ven más allá del horizonte morenista.

Twitter: @LaloSerranoZ