Por: Eduardo Serrano

Tal vez ya resulta ocioso hablar de la forma en la que el Presidente de la República ha asumido su responsabilidad para afrontar la pandemia, al ver que México registra más de dos mil casos positivos de COVID-19 y por encima de un centenar de fallecimientos. Su informe “dominguero” es como una “mañanera”, donde no hay otra cosa de que hablar, solo de la Cuarta Transformación, de los adversarios que quieren acabar con ella y que no lo van a lograr; también del Tren Maya, de la Refinería de Dos Bocas, en fin… como decía mi abuelita Doña Concepción (q.e.p.d.): “este señor siempre sale con la misma cantaleta”.

Sin embargo, en las entidades federativas, cada vez surgen más propuestas que vienen acompañadas de acciones, que pudieran ayudar a disminuir el impacto negativo del Coronavirus en términos sanitarios, económicos y hasta emocionales, porque mucha gente anda con el “Jesús en la boca”, y no precisamente por la Semana Santa.

Ayer, el gobernador José Aispuro Torres, tomó protesta a quienes conforman el Centro Estatal de Contingencias COVID-19, el cual está integrado por representantes del sector salud, educativo y de seguridad de los tres órdenes de Gobierno y de la Secretaria de Defensa de la Nación (Sedena), diseñado con la finalidad de contribuir al mejoramiento de calidad y eficiencia de los servicios de atención a la salud, en medio de una realidad que pocos entienden pero a todos, directa o indirectamente, nos afecta. A la par, en el Congreso del Estado, la Comisión de Salud, recibió a Sergio González Romero y a otros representantes del sector, con la finalidad de discutir medidas encaminadas a mejorar la coordinación y sumar esfuerzos para enfrentar al Coronavirus, tal como lo había anunciado días antes, el diputado Esteban Villegas, presidente de la Jucopo y de la propia comisión. Solo es lamentable que los representantes del IMSS no hayan acudido a esta convocatoria, pues en sus clínicas de Gómez Palacio, es donde se han presentado los fallecimientos, sin embargo, es bueno saber que los legisladores no dejan de pugnar porque que se asuma una responsabilidad en conjunto.

Llamó la atención que, además, desde las redes sociales, el diputado Gerardo Villarreal, presentara una interesante iniciativa, que involucra a los que trabajan en los talleres sociales de fabricación de uniformes escolares. El también dirigente estatal del Partido Verde, propuso que en dichos talleres se confeccionara material sanitario, elemento por demás útil en estos momentos, y que, a través del Gobierno del Estado, fuera posible adquirir la materia prima que cumpliera con las normas internacionales estipuladas. Villarreal señaló que la Secretaría de Desarrollo Económico podría dotar de maquinaria adecuada para la confección del material sanitario mediante un crédito blando, lo cual garantiza que Durango no solo sea autosuficiente en sus necesidades de dichos insumos, sino que, de manera natural, podría incorporarse en una cadena de valor adicional que propicie la generación de empleo, durante y luego de que pase la pandemia.

Vale la pena reconocerle a Paulina Monreal, que no se detienen ante las críticas y siguen llevando ayuda a quienes sufren carencias, inclusive, desde antes que se supiera de la existencia del Coronavirus; o como lo ha hecho David Payán, cuidando de igual manera todas las medidas sanitarias.

También a los regidores del PAN, Gaby Vázquez, Claudia Hernández, Rosy Ascencio, Ana Soto, Paco González y Fernando Rocha, todos coordinados por Londres Botello, con la instrucción de no publicitar ninguna de sus acciones para evitar aglomeraciones y respetar la “sana distancia”.  Toda esta ayuda es muy necesaria para enfrentar desde diversas trincheras a la pandemia y contrarrestar sus efectos; lo que no se vale en estos momentos, es salir de casa sin justificación alguna; agredir a personal médico, o hacerse de la vista gorda y criticar… solo por criticar.