Por: Eduardo Serrano

Para el Movimiento de Regeneración Nacional, el principal reto, no ha sido mantenerse unidos, sino evitar que las divisiones crezcan. El partido que es mayoría en el Congreso del Estado de Durango, y que lo es también en el Congreso de la Unión; que representa al poder ejecutivo en el país, y fue la casa del artífice del tsunami electoral del 2018, sigue dando “show” más allá de los tiempos que marca el calendario del INE, muchas de las veces sin la menor necesidad, porque ha dejado claro que una buena parte de los morenistas, no trabajan en función de campañas políticas, pero tampoco en función de un proyecto legislativo, ni mucho menos de Gobierno. El Ambiente Político para Morena en Durango, por cierto, ubicada como la entidad en la que es menor la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, ahora es escenario de un pleito entre diputadas federales, en el que una de ellas, so pretexto de un manejo “transparente” de la información, dejó de manifiesto que la Cuarta Transformación, tiene incrustada una Cuarta División.

La polarización social que emana desde las entrañas de la 4T, no sólo se mide en un “AMLOfest” vs una “marcha Fifí”; en efecto, en ambas se ven los contrastes entre los que respaldan al presidente López Obrador contra viento y marea, y los que rechazan el nulo crecimiento económico, la inseguridad con niveles históricos, y la ineptitud de varios funcionarios federales opacados por el “omnipudiente” tabasqueño. La división también se palpa en la “infantería”. Por eso el reclamo de Maribel Aguilera a su homóloga Martha Olivia García, al no acudir a la rueda de prensa convocada por la senadora Margarita Valdez, y por las diputadas Lourdes Montes Hernández y Patricia Ortega, quienes dejaron que Maribel soltara todo el “rencor político” en contra de la originaria de Santiago Papasquiaro, quien días antes, ella sola, había presentado a los medios de comunicación los logros presupuestales gracias al “coranzonzote” de AMLO y a la gestión de sus compañeros de bancada.

Maribel Aguilera habló sin pelos en la lengua; a pesar de que Mague Valdez había disculpado la ausencia de Martha Olivia, Maribel se fue a la “yugular” de su “amigui”, la misma que a su lado fue captada en aquel video que circuló en redes sociales, en el que aplaudían lentamente, mientras gesticulaban muecas extrañas durante la participación del gobernador José Rosas Aispuro. Tras el reclamo de Maribel, ya no le importaron a nadie los avances de la 4T, lo mejor era “rascarle” al sentimiento incontrolable de una diputada por otra; ahora la nota que buscarían los reporteros, era llegar hasta el fondo de ese acuerdo que presuntamente rompió Martha. En lo que respecta a Maribel, había logrado captar la atención al final de la rueda de prensa, aunque también la tuvo cuando evitó que la interrumpieran Paty Ortega y Mague Valdez, quienes le pedían que pasara a otra cosa, y ella defendía sin titubeos que “ahora, la palabra la tenía ella”. Maribel lo logró, la palabra, la atención y la división estaban de su lado.

Martha Olivia tuvo la oportunidad de aclarar que se encontraba en la Ciudad de México. Aseguró que de ninguna forma rompió un acuerdo con su “amigui”, ya que era imposible que estuviera presente en la rueda de prensa, pues sostenía en esos momentos una reunión con autoridades de la Semarnat. Aseguró que aclararía la situación con la rencorosa Maribel en la primera oportunidad. Es cierto, la división entre ellas, como la de muchos morenos, es muy notoria, ya que, para mala fortuna de este instituto político, ahí se acostumbra a “lavar la ropa sucia fuera de casa”. Pareciera que en Morena, están destinados a acabarse los unos a los otros, pues poseen una inexplicable habilidad para crear problemas en medio de la nada. Aunque, cabe la posibilidad de que esto sólo sea otro pleito entre morenas, de los 14 mil más recientes. A lo mejor estamos todos preocupados y no tardan en darnos la sorpresa, al hacer vida ese dicho de que “entre diputadas morenas, podrán destrozarse, ¡pero jamás de los jamases… se harán daño!”.