Por: Eduardo Serrano

El Ambiente Político hace una pausa en este día, para lanzar un grito desesperado ante un hecho lamentable que pone de luto a las familias duranguenses. Dafne Michelle Gómez Vargas, desaparecida desde el 8 de julio, fue encontrada sin vida. Como muchas jovencitas de su edad, fue a una fiesta a divertirse, pero ya no regresó a su casa. El viernes 19 de julio se presentó la denuncia por su desaparición; las plegarias de su familia se elevaban al cielo, pidiendo al Creador que la trajera de vuelta sana y salva; sin embargo, el martes 30 de julio, después de 22 largos días de búsqueda, las autoridades dieron con los restos de Dafne. Había sido asesinada. Su cuerpo fue enterrado cerca del paraje turístico Villas del Oeste. La búsqueda había concluido, el dolor y la angustia se había transformado en otro tipo de dolor y en otra angustia, esa que alcanza a todos.

Es difícil imaginar todo lo que cruza por la mente de los padres, la familia y los amigos de Dafne, pero una pregunta es obligada: ¿Por qué ella, por qué Dafne? Esa es la cuestión que nos estremece a todos cuando nos enfrentamos ante un hecho de esta naturaleza. Aunque las investigaciones han avanzado rápidamente, y se tiene detenido al presunto responsable, y a dos de los implicados en el asesinato, duele entender ese y otros  “porqués”, ya que supuestamente al presunto asesino, mientras maniobraba un arma de fuego, se le salió un tiro de forma accidental, mismo que le cortó la existencia a Dafne. Al darse cuenta de lo sucedido, el asesino amenazó a los asistentes de aquella fiesta que se convirtió en una pesadilla, para luego llevarse el cuerpo de la joven para enterrarlo en el lugar antes mencionado. Entonces, ¿de dónde salió el arma?, ¿por qué maniobraba con ella?

Los presuntos responsables han ingresado al Cereso número 1; están a disposición de las autoridades para ser enjuiciados y de comprobarse su responsabilidad, recibirán la sentencia correspondiente. Pero, seguimos cuestionándonos, ¿Por qué sepultar el cuerpo clandestinamente si fue un accidente? En este país feminicida, ¡sí en nuestro México!, estos hechos no siempre son son obra de la casualidad. Sin que con ello pretenda juzgar a priori, las cifras que registra el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública indican que durante el primer cuatrimestre del 2019, fueron asesinadas mil 199 mujeres víctimas de violencia de género. Las movilizaciones sociales a nivel nacional son muchas y los resultados son prácticamente nulos y por demás alarmantes, al darnos cuenta que en la estadística, muere una mujer bajo estas condiciones, cada dos horas y media. 

¿Por qué Dafne?, ¿por qué esa tragedia en su familia? Dicen que en Durango todos nos conocemos, de alguna manera, en algún momento, nos hemos visto; si es así, ojalá que hagamos algo en nuestros hogares para frenar esta violencia creciente; que detengamos ese desprecio por la vida; que la muerte de Dafne, no sólo no quede impune, sino que mueva las conciencias de todos, para que más allá de cualquier afinidad política o religiosa, o de cualquier otra índole, hagamos un frente común por el rescate de los valores familiares. Porque es allí, en la familia, donde nace el respeto por la vida, donde madura la lealtad entre los amigos; donde se aprende a ser tolerante; donde se detiene la violencia; donde se aprende a vencer la frustración; pero sobre todo, donde nacen, crecen y se desarrollan las personas de bien. Que descanse en paz, Dafne Michelle Gómez Vargas.