Por: Eduardo Serrano

En diversos aspectos del Ambiente Político, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha marcado agenda; desde las discusiones previas a la instalación de la LXIX Legislatura del Congreso Local, con la llegada de Ricardo López Pescador a la Jugocopo, pasando por la integración de las comisiones legislativas, hasta los nombramientos de los integrantes del Comité Directivo Estatal que encabeza Arturo Yáñez Cuéllar. En efecto, tal y como lo señaló el mandamás priista, en la nueva dirigencia se encontraron ratificaciones, caras nuevas y jóvenes cuya finalidad primordial, es lograr que se mezclen como ingredientes en una sola fórmula, garantizando la inclusión de fuerzas con miras al proceso electoral del 2022, ya que la prioridad es la gubernatura y las 39 alcaldías, un tema ambicioso, sin duda, pero que marca agenda e inevitablemente despertará reacciones, principalmente de sus aliados blanquiazules, quienes habrán de responder estratégicamente para enviar un mensaje adecuado a militantes y simpatizantes panistas.

Arturo Yáñez sabe que debe ordenar la casa antes de dar los siguientes pasos, por eso, en el primer paquete de nombramientos que dio a conocer, se encuentran 14 incorporaciones y nueve ratificaciones. Destaca la llegada de un perfil operador como Ernesto Alanís a la Secretaría de Acción Electoral; mantiene a Ixcel Carmona en Comunicación Institucional, reconociendo que ha sido muy efectiva la dinámica establecida para marcar agenda, a través de la coordinación con el equipo que ella encabeza en dicha secretaría. Daniela Soto se incorpora como secretaria de Operación Política, donde habrá de conjugar las acciones partidistas con las propias de la regiduría. Saúl Quiñones en el manejo de las Finanzas, tendrá retos que no dejan de ser importantes.

El “entreveramiento generacional” al que tanto ha hecho alusión Yáñez Cuéllar, se traduce en la ratificación de Jesús Alvarado Cabrales y la incorporación de Pamela García Brito, como secretario y subsecretaria de Organización respectivamente, así como con la llegada de Jorge Herrera Castro como delegado del CDE en el Municipio de Durango, una responsabilidad que llevará en absoluta coordinación con Toño Morales, líder del Comité Directivo Municipal, así como con el joven Humberto Zurita Coordinador Estatal de Activismo, y con cuadros experimentados en la tarea partidista como Miguel Ángel Olvera, que estará a cargo de la Secretaría de Planeación, Evaluación y Seguimiento, además con áreas de nueva creación como la Secretaría y subsecretaría de Innovación y Participación Digital, con Luis Aviña Torres y Verónica Hernández, respectivamente.

El PRI que dirige Arturo Yáñez, requiere por encima de cualquier cosa, lealtad a toda prueba, tal como lo refirió Roberto Padilla Márquez, delegado del Comité Ejecutivo Nacional, quien conoce las entrañas del tricolor duranguense y es hábil para olfatear el comportamiento de las otras fuerzas políticas. Efectivamente, la gubernatura y las 39 alcaldías como prioridad 2022, difícilmente se logrará, si no hay un compromiso real por parte de cada integrante del Comité Estatal, que se vea reflejado en los militantes, para que éstos a su vez, continúen el camino de reconstrucción, capitalizando además el descontento, hartazgo o quizás decepción que puede estar permeando en algunos sectores sociales. Sin embargo, el nuevo PRI deberá, ante todo, evitar atragantarse con su propia soberbia, y luchar en contra de sus “demonios internos”, aquellos que le han hecho caer miles de veces, a lo largo de su historia.

Twitter: @LaloSerranoZ