Por: Eduardo Ortega Solano

Apenas hace 10 años, nos preguntábamos ¿Hasta donde podría llegar la creciente influencia que estaban generando las redes sociales, esto dentro de el ámbito social, económico y político? Facebook, forjó su indiscutible liderazgo como una red social “muy social” valga esto la redundancia, convirtiéndose en punto de encuentro de miles de “amigos” con intereses, gustos y aficiones similares, además se convirtió en vínculo de reencuentro de familiares y viejos conocidos. YouTube, nace como un servicio de alojamiento de vídeos, su popularidad se dio por la variedad de  temas: Cursos, tutoriales, análisis, reseñas etcétera, el surgimiento de los llamados youtubers le dio un crecimiento exponencial, algunos de estos personajes han acumulado más de cien millones de suscriptores. La primera red social que surgió como tal fue “SixDegrees” esto en 1997, pero a partir de esa fecha han nacido y fenecido casi un ciento, entre las que destacan: Friendster, MySpace, LinkedIn, WhatsApp, Instagram, Pinterest , Google+, Vimeo, Tumblr, recientemente Telegram y TikTok, entre algunas mas.

Pero fue Twitter, el  que marcó un nuevo paradigma dentro de la comunicación política, este recurso que realmente es un microblog, tiene características que lo hacen único. Es posible interactuar, incluso debatir con personajes públicos; gobernantes, políticos, líderes de opinión, periodistas, empresarios, etcétera. Su naturaleza facilita publicar notas, ideas e información en tiempo real, de  forma inmediata y breve. Es una herramienta invaluable para el marketing político/electoral, presenta un nuevo esquema de comunicación con los posibles electores, sin embargo una parte importante de políticos, minimizan, o desconocen en el mejor de los casos la fuerza de las redes sociales, confían más  en arcaicas y obsoletas retóricas tradicionales, esta valiosa arma casi siempre descansa en neófitos de la política que se auto nombran de forma rimbombante como “Community Manager” cumpliendo tan solo un  trabajo de difusión de actividades de parafernalia y felicitaciones a cumpleañeros. “El manejo de las cuentas de las redes sociales debería ser tan personal como el uso del cepillo de dientes”.

No son pocos o menores, los hechos políticos en donde la intervención de las redes, primordialmente Twitter, ha influido de forma importante en su desarrollo. No se podría entender la “Primavera Árabe” sin las redes sociales, a las que se les atribuyo su creación, provocada  por la avalancha de tweets que hablaban de democracia y libertada, acción que desencadenó la caída de dictadores en el Norte de África y Medio Oriente. La primera campaña de Barack Obama, fue totalmente digital; casi la totalidad de los norteamericanos posen por lo menos  una cuenta de redes sociales. En México, en los últimos procesos electorales rumbo a la primera magistratura, fuimos testigos de la fuerza de Twitter, manifestándose en el 2012 con el hashtags #YoSoy132 el cual afectó considerablemente la campaña de Peña Nieto. En el 2018 Lopez Obrador, manejo con acierto lo que llamó “las benditas redes sociales” esto con los resultados ya conocidos por todos.

Donald Trump era muy activo en Twitter, una parte importante de su base electoral la construyó en esta plataforma, sus publicaciones llegaron a afectar hasta la bolsa de valores de  México, en su cuenta se ha referido a la prensa como “enemigos del pueblo”. Ha dedicado tweets peyorativos contra Hillary Clinton, Barack Obama, Jeb Bush entre otros, publicaba un promedio de 60 tweets por semana, aunque muchos los borraba.

El día de ayer Twitter anunció la eliminación definitiva de la cuenta de Trump, informando que las políticas de uso dejan en claro que las cuentas de los usuarios no están por encima de sus reglas y no pueden usar Twitter para incitar a la violencia. Por cierto, Lopez Obrador mencionó que no le parece que Twitter censure, afirmó que no le gusta que a nadie le quiten el derecho de transmitir un mensaje, si bien no mencionó a Trump es obvio a quien se refería. Olvida Andrés Manuel que los usuarios somos invitados, nos guste o no las reglas las pone Twitter.

¿Será capaz la clase política de utilizar de forma responsable y efectiva esta extraordinaria herramienta en el 2021?

Twitter: @eduardoortegas