Por: Eduardo Ortega Solano

“Nada más te saludo, no te bajes; ya recibí tu carta”; esto fue lo que dijo Andrés Manuel López Obrador durante el breve encuentro que sostuvo con la madre de El “Chapo Guzmán” en su visita a Sinaloa, lugar adonde el primer Mandatario acudió a supervisar la obra carretera Badiraguato-Guadalupe. Este encuentro de inmediato se viralizó en redes sociales y se suscitó la duda: ¿Qué habría escrito la señora María Consuelo Loera Perez al Presidente? Peor fue él quien despejó la incógnita, presentó una carta fechada el 20 de marzo, donde la noventagenaria mujer pedía a “grosso modo” su intervención para que su hijo fuera repatriado, ya que en su opinión el proceso de extradición a EUA fue ilegal e insistió en su apoyo para obtener una visa humanitaria que se le permita visitarlo, por su edad avanzada, las enfermedades que la aquejan, así como sus grandes deseos de verlo. “Nada me haría más feliz a mí y a mi familia verlo donde debe de estar: en una cárcel en Mexico”.

AMLO puntualizó que el saludo a la mamá de “El Chapo” fue solamente por una cuestión humanitaria, además dijo que la crítica al saludo, era por hipocresía de los conservadores, los cuales nunca dijeron nada, cuando el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, negoció con el hijo de la señora, agrego que a veces tiene que dar la mano a delincuentes de cuello blanco que ni siquiera han perdido su respetabilidad. El morbo y ruido mediático que generó la solicitud de apoyo a López Obrador, lo ocasionó solamente lo controversial del personaje, ya que el Gobierno de México frecuentemente Interviene en favor de nuestros connacionales recluidos en cárceles en EUA, en las últimas décadas se ha aplicado la pena capital a más de 50 mexicanos y tradicionalmente nuestras autoridades piden clemencia, por lo que su intervención para la obtención de una visa humanitaria, no tendría nada de extraño, aunque mucha gente opine que el simple saludo fue una ofensa para los mexicanos.

Cuando el video del controvertido saludo circuló en “redes sociales”, la reacción de los opositores de AMLO no se hizo esperar; de inmediato posicionaron el hashtag #NarcoGobierno. Después de la presentación de la carretera, antes del polémico encuentro con la mamá de Gúzman Lorera, los menos de veinte asistentes se incorporaron a una “mesa de guisos”, donde habría una taquiza, de ese momento surgió una fotografía que publicó Calderon en su cuenta de twitter: ¿Quién es la persona que está atrás del Presidente? a su pregunta de inmediato contestó el diputado panista Jorge Triana: Aureliano Guzmán Loera, alias “el guano”, jefe de plaza en Badiraguato, hermano mayor del Chapo y fichado por la DEA, en este mismo tenor actuó Mariana Gómez del Campo, tumbaburros y algunos cientos de huestes cibernéticas y testaferros del propio Calderon.

Fue la propia Beatriz Gutiérrez, la que aclaró que el supuesto hermano de “El Chapo” se trataba de un médico de Sinaloa, del cual se supo después su apellido era Covarrubias. Por supuesto que Calderon no aceptó la autoría de la perversa y cobarde calumnia, argumentando que el tan solo realizó sin ánimo de ofender una pregunta.

El PAN tendrá que evaluar si sigue favoreciendo la oposición que representa Calderon, o reflexiona sobre el daño y desprestigio que les causó, retomando el camino “Por una patria ordenada y generosa”.

@eduardoortegas