Por: Eduardo Ortega Solano

Con relación a la “caída del sistema” (electoral) que en 1988 llevó a la presidencia a Carlos Salinas, falta mucho por conocer, este capítulo de la historia está plagado de mentiras, leyendas urbanas, y secretos de estado. El personaje central es: Manuel Bartlett Díaz, actual director de CFE y en esos ayeres Secretario de Gobernación, en la administración de Miguel de la Madrid; al titular de esta secretaría le correspondía de forma natural fungir también como máxima autoridad en la Comisión Federal Electoral. Se utilizaba por vez primera un “sistema de conteo rápido”, en el que se afirma que la delantera correspondía a Cuauhtemoc Cárdenas, candidato del Frente Opositor, el cual llevaba una ventaja irreversible; fue en ese momento cuando Bartlett, frente a los representantes de los partidos pronunció su famosa frase: Se cayó el sistema; así pues, cuando este regresó existía una ventaja del 51 por ciento a favor de Carlos Salinas, 31 de Cárdenas Solorzano y 17 para Manuel Clouthier. Tengo la convicción que fue la primera vez que el sistema le arrebató la presidencia de la República a la izquierda.

Soy un convencido que el fraude existió; pero la anécdota tiene poco que ver con lo que realmente sucedió. El Internet o algún sistema que conectarán computadoras de forma remota era inexistente, el incipiente sistema de conteo era alimentado en arcaicas computadoras conectadas entre sí dentro de una misma ubicación; el programa era alimentado vía telefónica con los resultados de cada distrito electoral, eran los tiempos que las líneas telefónicas se saturaban, lo que impidió seguir recibiendo los resultados, ante este hecho el representante del PAN, Diego Fernandez de Ceballos dijo: Se calló el sistema; anotó que se refería a “calló de callar” y “no a cayó de caer” esto según lo confirmó Bartlett, al que le atribuyen la frase y el propio Diego, que es quien realmente lo dijo. Si bien la operación del fraude se le atribuye a Bartlett, la falta de esclarecimiento es atribuida a Salinas, que junto con los entonces diputados Felipe Calderón y Diego Fernández de Ceballos, lograron se quemaran los paquetes electorales y con ello la posibilidad de un recuento posterior.

La explicación de esta anécdota, en nada modifica la impresión del colectivo sobre este fraude. Lo que quiero hacer notar… es la facilidad con que se puede alterar la percepción y la verdad de un hecho. Con la inmediatez del internet y las redes sociales está en boga la creación de las “fake news” (noticias falsas) el que puedan cambiar la intención de voto o el sentir hacia un político o partido al grado de poder modificar el resultado de una elección, es muy atractivo para los políticos de moral ligera, que piensan que “el fin justifica los medios”.

La posverdad fue declarada la palabra del año en 2016, está es un nuevo paradigma dentro de las “fake news” y se trata de una verdad a medias, o una mentira que se utiliza para manipular la percepción de la gente, su operación es sencilla: Se difunde una noticia impactante, falsa o verdadera pero manipulada – Por su impacto se viraliza en redes – Medios tradicionales la retoman para no perder nota – La réplica no tiene el mismo impacto que la mentira – La aclaración no convence se posiciona una verdad manipulada.

Es ingenuo creer a ojos cerrados lo que vemos en la televisión, lo que leemos en el periódico, o lo que escuchamos en el radio… Pero sobre todo lo que se publica en redes sociales.

Twitter @eduardoortegas