Por: Eduardo Ortega Solano

En el 2021 serán las elecciones más grandes en la historia de México, prácticamente se renovarán la mitad de las primeras magistraturas de las entidades federativas, es decir 15 de las 32 gobernaturas, más 21mil 353 cargos; incluidos los 500 curules de la Cámara baja, y cada uno de ellos conllevará un especial interés, pues estará en juego si logran conservar o no la mayoría en el Congreso las huestes de la Cuarta Transformación (4T). A los siete partidos políticos existentes, habría que sumar cinco o seis institutos más los cuales han mostrado afinidad con el movimiento de AMLO exceptuando por supuesto a “México Libre” de Felipe Calderón, la posible participación de 13 partidos políticos es otro elemento que lo convierte en un proceso sui géneris, las boletas electorales nunca han tenido más de 11 opciones.

Los ejercicios de las casas encuestadoras se han enfocado a las gobernaturas, algunas están dando el triunfo en las 15 entidades a Morena otras más como: Mitofsky, Demoscopia o Massive Caller, mencionan que ganarán 12 o 13 pero en cualquiera de los casos no es nada halagüeño para la oposición. Rubén Aguilar, desmenuza una encuesta de Comunicación Política, donde en el resultado de esta: Obtendría tan solo cinco gobernaturas Morena y una el PAN quedando nueve en el aire, sin embargo, los resultados de esta última no son tan contradictorios con los anteriores, como pudiera parecer. Y es que en este análisis se pone en la mesa una posible alianza entre el PRI y el PAN, que si bien es cierto existen muy pocas posibilidades de hacerlo de forma legal, se pudiera hacer de facto, cambiando así los resultados del proceso electoral.

AMLO no estará en las boletas y aunque así fuera, no es el mismo del 2018; gobernar desgasta y este proceso se ha acelerado con motivo de la pandemia, en los resultados de las encuestas se pueden observar; estados con porcentajes más elevados de “indecisos” que de gobernadores morenistas ganadores, por ejemplo: En Nayarit, Morena ganaría con un 34.8 por ciento  pero los que aún no deciden son el 40.7 por ciento lo que significa que la oposición no representa una alternativa para los votantes. La debacle que sufrió el PRI en el 2018 fue casi mortal, su desprestigio fue enorme, sin embargo, no se puede soslayar su importancia en la historia y formación de instituciones en México, hoy son mucho menos; pero es una militancia con identidad y disciplina. El PAN es opositor por naturaleza, pero ahora se ha olvidado de construir. La política tiene dos frentes, uno le quita fortaleza al adversario y otro le debe dar solidez a su propia causa, toda la estrategia está basada en socavar la fuerza de López Obrador y sus huestes, cierto que restarán votos, pero no los capitalizan para ellos, están cubriendo un solo frente.

Nos guste o no, nuestro sistema político está basado en partidos, y cualquier oposición fuera de estos es ociosa y en las urnas solo abona al abstencionismo, sin embargo, es correcto protestar contra acciones de Gobierno que nos parezcan inadecuadas, caravanas, marchas, mítines, pintas, desplegados etc. Pero no podemos confundirnos o hacer el juego a grupúsculos como Frenaaa, comandado por Gilberto Lozano, el cual recientemente llamó a cometer un magnicidio contra López Obrador, con lo que ocasionó que se realizara una petición en change.org para ser acusado por sedición y magnicidio la cual en dos días ha logrado más de 50 mil firmas; en un caso parecido está Pedro Ferriz de Con, del cual se filtró una grabación conspirando contra el Presidente por lo cual ya fue demandado.

¿Las encuestas fallan? por supuesto que sí… no son predicciones y no son realizadas por algún discípulo de Nostradamus, además las circunstancias cambian, se tiene que insistir que son fotografías del momento. Pero no se pueden desestimar, es el único referente que tenemos de lo que pudiera suceder en las elecciones, además manejan una metodología, un universo, un modelo, no se deben comparar con las que surgen de redes sociales que son solo una amenidad. Cierto que las encuestas también se utilizan para influir en la gente, pero el principal objetivo es para que vean los partidos políticos si van bien o se regresan.

Twitter @eduardoortegas