Por: Eduardo Ortega Solano

Es innegable que la asignatura pendiente y la que más duele a los mexicanos es respecto  a los  homicidios dolosos. A pesar que estos, corresponden al fuero común, por lo que de forma inmediata la responsabilidad pudiera recaer en los gobiernos estatales. Sin embargo una parte importante de estos, son producto del crimen organizado, lo que los ubica en el ámbito federal  y no se pudiera caer en la parcialidad y simplismo de haber hablado de: “los muertos de Calderón”, los muertos de Peña” y no hablar de “los muertos de AMLO”, los cuales suman un poco más de 87 mil en lo que va del sexenio. No comparto la visión de algunas voces, que me parecen sesgadas y perversas, que quieren atribuir los 232 lamentables fallecimientos producto de la pandemia, a la culpabilidad de López Obrador, incluso suman cantidades con un perverso regocijo, para poder asegurar que los muertos de AMLO son una cifra muy cercana a los 320 mil.

Por supuesto que López Obrador, en su papel de primer mandatario, es responsable de las muertes de su sexenio, aunque no se puede considerar que sea el culpable. La constante  ha sido que sexenio tras sexenio, se perciba un México más violento por el incremento sexenal de crímenes dolosos, sin embargo me parece que el cálculo no solo debería ser sexenal, puede ser  más revelador realizar un conteo anual y sobre todo por porcentaje. Veamos: el sexenio  de Vicente Fox registra 48 mil 862 muertes, y fue en el sexenio de Felipe Calderón donde se registró un repunte de homicidios sin precedente; en el primer año de Fox, se contabilizaron ocho mil 867 muertes, comparado con las  27 mil 213 muertes  de Calderón, existió un incremento de un 320 por ciento. Si hacemos un comparativo sexenal el porcentaje disminuye, pero aún así es estratosférico, 48 mil 862 de Fox Quesada, contra 122 mil 236 de Calderón Hinojosa, resulta un incremento de un 250 por ciento de muertes dolosas durante el sexenio.

En el sexenio de Peña Nieto, se contabilizaron 150 mil 922 muertes, es decir un incremento de un 22 por ciento, siendo importante precisar, que tan solo el último año del gobierno de EPN registró un poco más de 35 mil homicidios dolosos. Por eso el presidente aseguró en la mañanera del lunes pasado a Jorge Ramos, que su estrategia de seguridad si a funcionado ya que el número de homicidios dolosos se mantuvo, además de frenar  la curva ascendente de los últimos sexenios, incluso habló de una ligera disminución cuando retomó los propios números  que había mostrado el periodista; en 2019 hubo un total de 34 mil 681 homicidios sumando en 2020, 34 mil 554 homicidios.

Si en el sexenio de Calderón se hubiera sostenido la curva creciente de homicidios del 25 por ciento como en todos los gobiernos, en lugar de tener un incremento del 250 por ciento, aplicando la misma numeralia nos daría un 60 por ciento de homicidios menos de los que tenemos actualmente.

Del sexenio calderonista, queda la terrible verdad que Genaro García Luna está preso en  EUA, por cinco cargos de narcotráfico, su brazo derecho Luis Cárdenas Palomino, quien en 2010 fue condecorado como el «Mejor Policía de México» por FCH,  acaba de ser detenido  por delitos de tortura. No tengo duda que todo esto… Calderón lo sabía.