Por: Eduardo Ortega Solano

El 8 de febrero, el primer mandatario de la nación recibió una misiva de Pfizer; en esta el laboratorio informaba que, a partir del 15 de febrero, se enviarían 491 mil 400 dosis de la vacuna contra el COVID-19; con esto se retomaba el compromiso de realizar un envío semanal, esto de acuerdo con el convenio de fabricación y suministro por un total de 34.4 millones de dosis para el 2021. También reiteraron el agradecimiento por la comprensión prestada en la eventualidad que provocó que el “Plan Nacional de Vacunación” no haya iniciado en la forma en que fue programado. Así pues, el día de ayer, llegó proveniente de Bélgica, un lote de más de 490 mil 400 dosis, el cual arribó dividido en dos vuelos uno con destino a la Ciudad de México y otro a Monterrey, reanudando así la suspensión de las entregas por más de tres semanas.

Adicional a esto, el 14 de febrero, arribaron a territorio nacional, procedentes del continente asiático producidas por el laboratorio AstraZeneca, 870 mil vacunas indias. Cinco horas después inicio la distribución en las zonas más pobres del país, siendo el propio ejército el encargado de esta movilización. Afirmo AMLO, que iniciarán con la vacunación de adultos mayores de 330 municipios. Precisamente los más pobres, marginados y lejanos, donde no se tiene los recursos y estructura suficiente para atender casos de COVID-19. La finalidad, precisó López Obrador, es aplicar al menos la primera dosis, a los 15 millones 717 mil 170 adultos mayores del país a más tardar a mediados de abril. Aseguró que el iniciar la inmunización de adultos mayores garantizaría reducir un 80 por ciento de las muertes por Coronavirus.

El día de ayer, el Presidente aseguró en “la mañanera”, que México tiene contratos firmados por 232.33 millones de vacunas contra el virus, dosis compradas prepagadas y comprometidas; esta cantidad es prácticamente suficiente para inmunizar al cien por ciento de los que habitamos el territorio nacional, esto no nos debe extrañar, México ha tenido contacto con todos, o por lo menos con la mayoría de los países productores de las vacunas contra el COVID-19. AMLO confesó recientemente que al Gobierno le “cuesta mucho” conseguir las vacunas porque “hay mucha demanda, hay poca producción y los gobiernos que producen vacunas se las guardan”. Señaló que pedirá que se apliquen las políticas aprobadas por la ONU el año pasado, por iniciativa de México para el acceso equitativo de vacunas y medicamentos, y que precisamente para esto solicitará una reunión urgente.

Son muchas muertes, la producción de la vacuna se generó casi un año después del inicio de la pandemia, y su distribución por el mundo es una labor de titanes. Todo esto produce; desasosiego, desesperanza, y mucha tristeza. Pero también es tierra fértil para la búsqueda de provecho ilegítimo de malnacidos, de cobardes agoreros, de mercachifles de la política que buscan un camino aciago para México, los que generan y promueven mentiras, y no por ignorancia; sino por maldad.

De una vez por todas, debemos sacar la tragedia que significa esta pandemia del entorno político, de otra forma se trata de vulgar politiquería, y cualquiera que utilizando calificaciones o descalificaciones pretenda sacar raja política de esta desdicha, no debería ser considerado en nuestra decisión de voto.

Twitter: @EduardoOrtegaS