Por: Eduardo Ortega Solano

Es frecuente escuchar de los antagónicos a la “Cuarta Transformación”, en el 2021, López Obrador, no estará en las boletas, pero también se afirma, “los votos no se transfieren en automático”, ambas premisas son verdaderas, sin embargo estas no aseguran la derrota de las huestes morenistas, ni justifica el exacerbado y peligroso optimismo por parte de la oposición.

Nos guste o no, el único referente que tenemos para medir las preferencias electorales, son las encuestas. Ejercicios que son desestimados  cuando no favorecen a nuestro candidato; y en contraparte, son presentadas como irrefutable prueba de triunfo cuando  los resultados son proclives a nuestras preferencias. Para desvalorizar las encuestas es frecuente aseverar  que están “cuchareadas”, o que siempre fallan, asimismo  que nunca nos han llamado para participar en alguna, lo que casi siempre es cierto, también que los resultados  favorecen al que las paga, aseguramos que en nuestro círculo la gente opina diferente, aunque nuestro círculo, por grande que este sea, es realmente muy pequeño.

Si buscamos en Google resultados para  “encuestas 2018 presidenciales” da como consecuencia, que todas las encuestadoras coincidían en el triunfo de Andrés Manuel, aunque con variaciones en porcentajes; mientras Oraculus le daba un 41 por ciento, Reforma el 48 por ciento, El universal un 32 por ciento, El Economista el 43 por ciento, la mayoría de las otras encuestadoras presentaron resultados en el mismo tenor, Forbes Mexico fue el más acertado en sus resultados, al señalar  preferencias del 54 por ciento el número más cercano al 53.1 por ciento cifra con la que ganó las elecciones el hoy Presidente.

Respecto a las encuestas, es necesario acotar, que estas “no son pronósticos de triunfo”,  entender con precisión el concepto de “fotografía del momento” significa, entre otras cosas saber que cualquier evento, ordinario o extraordinario, puede modificar de forma brusca las tendencias, pero también que una buena o mala campaña influye en los resultados. Sin embargo, el desprestigio de las encuestas es grande, y esto en gran medida es porque se ha desvirtuado su función, no son pocas las veces que han sido utilizadas para tratar de justificar  un “pucherazo” o simplemente generar una percepción falaz de las preferencias positivas o incluso negativas hacia un candidato, frecuentemente este tipo de información es imaginaria, nada tiene que ver con la autenticidad de un ejercicio.

Las encuestas son  herramienta fundamental en los procesos de la selección interna dentro de los partidos, los resultados de estas, son muy influyentes por no decir definitivos, son    determinantes  para decidir quiénes serán los candidatos de cada uno de los institutos políticos. Frecuentemente el que gana la encuesta es el abanderado, y ya dentro de las campañas este tipo de ejercicio, son brújula, indican la situación de los adversarios y si debe existir un golpe de timón en las propias estrategias. Esto no lo ignoran ni los más noveles políticos, cuando desestiman resultados de encuestadoras serias; es muy probable que solo se trate de estratagemas electorales.

En los resultados se debe considerar, ¿En dónde se realiza, si es en domicilio o por teléfono, además del universo, la metodología, las preguntas realizadas? Esto entre muchas variantes más. No es lo mismo realizar una encuesta telefónica en Ciudad de México, donde el 42.5 por ciento cuentan con teléfono fijo, a hacerlo en Oaxaca donde solo lo tiene el 19 por ciento, o una encuesta nacional de la aprobación de López Obrador,  basada en los resultados de Guanajuato, donde tiene la aceptación más baja del país o en contraparte, hacerlo solo en Tabasco donde goza de la mayor aprobación, para empezar el universo de esta encuesta, debe incluir una muestra de las 32 entidades federativas de otra forma se obtiene un resultado incorrecto desde el origen.

La encuesta publicada este día 15 por El Financiero, dice  que para gobernador Morena liderea en 14 de 15 estados, Mitofsky por su parte asegura que en las preferencias para la cámara baja Morena cuenta con el 47 por ciento.

Queda para la oposición revertir las encuestas, o tan solo desestimarlas.

Twitter: @EduardoOrtegaS