Por: Eduardo Ortega S

A pesar de la oratoria, que tradicionalmente han manejado los mandatarios de México y Estados Unidos, donde se ha mencionado la cooperación y la amistad que existe entre ambos países, esto es una falsedad. Nada describe mejor la realidad que lo dicho por el otrora embajador, Adolfo Aguilar Zínser, quien mencionó que éramos el “patio trasero” de EU, existe una relación de “vasallaje”, la cual reconoció, Vicente Fox, cuando en un exabrupto de realidad dijo: “Los mexicanos hacen trabajos que ni los negros quieren hacer”; además, proponía un ambicioso plan migratorio al que se refirió como “enchilada completa”, al final no se logró, ni siquiera quedó cerca, a pesar de su zalamería; por ejemplo, cuando dijo a Fidel Castro, el famoso “comes y te vas”, esto tratando de no incomodar al presidente George W. Bush.

Este acuerdo migratorio fue difundido como el proyecto más ambicioso de este rubro, sin embargo, en 1942 está el antecedente de uno mayor, este auspició el cruce legal de 4.5 millones de trabajadores de México a EU, detonado por la necesidad de mano de obra, en el entorno de la Segunda Guerra Mundial, pero a partir que dejaron de ser útiles se argumentaba que los mexicanos eran los responsables por los bajos salarios de los estadunidenses, que les quitaban sus trabajos; así pues comenzó el incumplimiento, discriminación y deportaciones. Actualmente, se puede ver algunos ancianos sobrevivientes del Programa Bracero, “limosneando” lo que por derecho les corresponde.

La llegada a la Casa Blanca, de Barack Obama, provocó un halo esperanzador entre algunos mexicanos; el origen afroamericano del Presidente, daría como resultado una empatía natural en favor de nuestros paisanos, sin embargo, las deportaciones de mexicanos realizadas durante su administración superaron antecesores y predecesor. En el proceso electoral del 2016, ante la posibilidad del triunfo de Donald Trump se generó una corriente de simpatía hacia Hillary Clinton, a tal grado que los entonces senadores: Mariana Gómez del Campo, Hilda Flores, Zoé Robledo y Dolores Padierna, hicieron un llamado a los mexicanos radicados en EU para que acudieran a votar en favor de la candidata. Dentro del propio senado, frente al letrero donde se podía leer “La Patria es Primero” portaron unas playeras azules, con la bandera de EU y escrito el texto: “Hillary for President 2016”.

La visita del candidato Trump, a invitación del presidente Peña, la interpretaron sus opositores como una grave afrenta contra la que especulaban sería la presidenta Hillary Clinton, solo que el ganador fue Donald Trump, y esto evitó el supuesto perjuicio para México, aunque tampoco se vio el beneficio, a pesar que se aseguraba que el canciller Videgaray y Jared Kushner, yerno de Trump se veían como hermanos. El “bocazas” Trump se la pasó despotricando contra los mexicanos y amenazando con la construcción del muro, pero ciertamente fue menos dañino para los mexicanos que sus antecesores.

En la búsqueda de su reelección Trump, invitó a López Obrador, a una visita de estado, una reunión entre dos mandatarios, lo que los detractores de AMLO calificaron como un oprobio contra Joe Biden, el cual ganaría. En una videoconferencia, Biden expresó que “ve a México como un igual” y trabajarán juntos en migración, clima, energía y más, a pesar de esto cuando AMLO pidió apoyo en vacunas para el COVID, encontró una rotunda negativa, esto fue interpretado por los antagónicos al López Obrador, como el inicio de la venganza de Biden. La verdad es que EU como La comunidad europea acordaron no vender vacunas a otros países hasta cubrir a los propios, sin embargo, recientemente anunciaron su decisión de apoyar a México con 2.5 millones de dosis… ¡caro lo cobrarán! Piensan que no somos iguales, solo habitamos su patio trasero.

“Pobre México, tan lejos De Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.

Twitter: @EduardoOrtegaS