Por: Eduardo Ortega Solano

A mediados del pasado mes de abril, el diputado morenista Iván Gurrola Vega, asumió la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso del Estado de Durango. El novel presidente, en su primera declaración aseguró que tendría una dinámica de mucho respeto con el Gobierno del Estado, y mencionó algunos otros temas que son obligados dentro de un discurso “políticamente correcto”. A muchos nos dejó la sensación que su actuación pasaría sin pena ni gloria, y no me refiero a falta de capacidad, pero dentro de un año electoral, las prioridades de los políticos están en las urnas, además que a seis meses que termine la legislatura es realmente poco lo que se puede hacer.

A unos días que Gurrola Vega asumiera el cargo, nos visitó en “La Cámara Húngara”, un programa en el que soy von conductor junto con Dionel Sena y Lalo Serrano. Le pregunté: ¿A qué Iván veríamos como presidente de la Jucopo? Esto en referencia, a su marcada actitud opositora y crítica contra el ejecutivo, que había sostenido durante el transcurso de toda la legislatura. Le mencione que lo que menos quisiéramos ver los ciudadanos, era al poder Ejecutivo y Legislativo, enfrentados innecesariamente por temas políticos o de partido. Me mencionó que al Iván que veríamos sería al que buscaría consensos, acuerdos, que platicaría con todos los actores políticos, pero siempre buscando el bienestar de Durango. Reiteró su dicho de una relación de mucho respeto con el ejecutivo, pero sin dejar de señalar lo que el considere que puede afectar a la ciudadanía, fue muy enfático al mencionar que existe una verdadera división de poderes. Esa entrevista no disipó mis dudas de lo que pudiera lograr, pero me dejó muy claro sus ganas de trabajar y su voluntad política.

De forma inmediata Gurrola Vega inició una agenda de reuniones con personajes clave, comenzando con el titular del poder ejecutivo el gobernador José Aispuro Torres, el titular del poder judicial Ramón Guzmán Benavente, además de Héctor García R. Fiscal anticorrupción, Juan Gamboa G, consejero presidente del Inepav, María Mora S, titular de la auditoría superior del Estado, Roberto Herrera consejero presidente del IEPC, Lorenzo Salazar L líder de la sección 44 del SNTE; Edgar Morales G, delegado del Gobierno Federal; Israel Soto, secretario del trabajo y previsión social; Jorge Mojica V., presidente del Consejo estatal ciudadano; Eleazar Gamboa, director de la secretaría de turismo; Sofía Durán, directora del Instituto de la Juventud; Marco Guereca, presidente de CEDH Durango, entre muchos funcionarios y liderazgos más.

Existen en el Congreso del Estado más de 400 iniciativas, algunas muy importantes que prácticamente se han quedado en la congeladora. Gurrola desde su llegada demostró oficio político, de tal manera que presentó su “agenda legislativa” y una cantidad importante de leyes empezaron a fluir. Se consolidó la Ley de Cultura Física y del Deporte, la nueva Ley de las Juventudes, la Ley de Desarrollo Económico, nueva Ley de Educación, como un logro extraordinario se consigue la Ley de Revocación de mandato para el gobernador, la nueva Ley de amnistía una nueva oportunidad para los más pobres, se aprobó el “Fondo económico para los niños con cáncer, y apenas el lunes pasado, se presentó la Ley de Protección a Periodistas.

Esta cantidad de leyes, no se le pueden atribuir de forma personal a Gurrola Vega, pues significa el trabajo de todas las fuerzas políticas, pero su labor para lograr los consensos necesarios no se le puede regatear. Queda en el tintero, la probable reducción a la duración de la próxima gobernatura, que pudiera ser dos o cinco año, las bodas igualitarias, y muchas iniciativas más. Parece que al presidente de la Jucopo no le preocupa el factor tiempo y pretende dejar una profunda huella legislativa.

Twitter: @EduardoOrtegaS