Por: Eduardo Ortega Solano

En el 2015, Morena ganó en la Ciudad de México cinco alcaldías, las cuales logró refrendar en el 2018, esto además de obtener el triunfo en otros seis ayuntamientos, a los cuales habría que sumar otros dos que se obtuvieron por medio de alianzas, siendo 13 de un total de 15 las alcaldías gobernadas por Morena. De esta forma la Ciudad de México se convirtió en el bastión más importante de la Cuarta Transformación (4T). También en el 2018, Morena logró arrebatar al PRI los ayuntamientos y el Congreso local en el Estado de México, el otrora baluarte más importante del tricolor.

Pero la caída que sufrió Morena en la Ciudad de México en el pasado proceso electoral, fue casi tan grande como su anterior crecimiento, a pesar que conserva la mayoría en el Congreso local, 32 de 66 diputados, ahora solo gobernará siete de las 15 alcaldías. También en el Estado de México se replicaron las derrotas; Morena no fue capaz de repetir sus triunfos al igual que en la Ciudad de México quedó dividido a la mitad, aunque el PRI no logró recuperar su bastión. El declive de Morena se ve de carácter multifactorial, se atribuye al manejo de la pandemia (la cual dentro de algunas ópticas ha sido muy malo) también de forma preponderante se ve la tragedia de la línea 12 del metro. Pero también se habla que influyó el desprestigio de la pareja Padierna/Bejarano los cuales fueron operadores claves en esta elección, y no se descarta “zancadillas” de algún poderoso correligionario con la intención de frenar a los aspirantes al 2024.

Pero cualquiera que haya sido el motivo, esto no se replicó en la mayoría de las entidades federativas, de 30 congresos que estuvieron en juego Morena ganó 18, y junto con sus aliados obtuvo 12 de las 15 gubernaturas que se eligieron. Por supuesto que “el hubiera” no existe, pero este sirve para crear escenarios hipotéticos de una realidad, que si bien es cierto no se dio, nos puede mostrar un posible escenario que podría ser fundamental en la toma de decisiones futuras. ¿Qué habría pasado, si no se hubiera dado la tragedia de la línea 12 o no hubiera existido la pandemia? Eso nunca lo sabremos, pero queda la percepción generalizada que los resultados en la Ciudad de México y el Estado de México se dieron más como un voto de castigo a Morena que como una aceptación para la oposición.

Durango, es una de las seis entidades federativas donde se elegirá en el 2022 primer mandatario, y los posibles abanderados de Morena están a la vista. Si la candidatura es para mujer, la delantera la lleva la alcaldesa gómezpalatina Marina Vitela y en el caso de ser hombre el puntero es el senador José Ramón Enríquez. Aunque también han alzado la mano la senadora Margarita Valdez y el comisionado Manuel Espino, se perciben más lejos. Por un disminuido PT el abanderado no podría ser más que Gonzalo Yáñez.

Está en vilo la integración a la alianza Morena/PT del Partido Verde y sus 35 mil votos, estos podrían ser el fiel de la balanza… ¿Los dejarán ir?

Twitter: @EduardoOrtegaS