Por: Eduardo Ortega Solano

De la pedacería de tres institutos políticos, surgió un nuevo Frankenstein electoral; esta tríada partidista formada por PAN, PRI, y PRD se auto nombra de forma grandilocuente “Va por México”, de esta aseguran sus adversarios, que toda su pretensión es: frenar el evidente avance democrático del Gobierno de López Obrador y recobrar los ilegítimos privilegios perdidos. Por su parte, los aludidos aseguran que es válida la alianza entre antagónicos cuando se trata de detener un déspota, un autócrata, un tirano, que es esta la única forma de salvar a México, del autoritarismo incompetente del gobierno cuatroteísta.

Creo que ambas posturas son radicales, parciales y electoreras. Si hablamos de alianzas, considero que no existe una más antinatura, que la que se da entre algunos grupos de extrema izquierda militando en Morena y la de los miembros de la extrema derecha huestes de la Cuarta Transformación (4T) por medio del Partido Encuentro Social (PES), un partido confesional de origen evangélica. Por supuesto que tampoco estoy de acuerdo en los calificativos descalificatorios que le endilgan al presidente, cierto es que su Gobierno es perfectible, pero es mentiroso y parcial señalar tan solo los errores.

Se asegura que, en el 2018, fueron los más de 90 años de los gobiernos del PRI y PAN, lo que ocasionó el hartazgo que llevó a Andrés Manuel a Palacio Nacional; esto es cierto, pero es una verdad a medias, ya que no se puede desestimar los millones de mexicanos que votaron por el proyecto de AMLO, y que seguramente muchos lo volverían a hacer, como queda de manifiesto en los resultados de las encuestas de aceptación; que nos guste o no, son el único referente.

Rumbo al 2021, el llamado “proceso más grande de la historia” es importante recordar que el hoy presidente, en el transcurso de su campaña pidió el voto para los futuros legisladores de la 4T, siendo esto lo que generó el tsunami morenista y la mayoría en ambas cámaras, pero también se obtuvo como resultado, el arribo de algunos parlamentarios, que son una verdadera vergüenza, esto por decir lo menos. El próximo proceso electoral, nos dará la oportunidad de refrendar la mayoría del presidente en la cámara baja o retirarla dando un viraje al rumbo del país. Por cierto, según Forbes el 88 por ciento de los diputados de todos los partidos piensan en la reelección.

Según la Ley electoral, los institutos políticos, tienen la libertad de coligarse como mejor les convenga; y es tan legitima la alianza PAN, PRI, PRD como lo es la formada por Morena, PT y Verde. Me parece falaz que la alianza “Va por México” sea un “amasijo ideológico” como tanto se ha insistido, los partidos conservan su misma plataforma, ideología y logotipo que tenían antes de formar la alianza, realmente lo único que sucede es que los tres partidos presentan el mismo candidato, van “juntos pero no revueltos”, ahora engloban tan solo una tercera parte de los candidatos; en el ámbito local serán 15 en lugar de 45, y en diputaciones federales serán cuatro en lugar de 12, esto los obliga a elegir a los más competitivos.

Esta competitividad ocasiona, que a pesar que los partidos estén presentando sus mejores cartas, aún no existan definiciones exceptuando algunos distritos como el 01 estatal, donde Alejandro Mojica adelanta por mucho en las encuestas, en el 01 federal se encuentra Javier Castrellón quien ha demostrado tener aceptación social y partidista, incluso logró que otros aspirantes del mismo distrito se sumaran a su causa, como es el caso de Jaime Rivas L, quien seguramente estará en el congreso local, en el 04 federal se desconoce el género, si es para mujer será Gina Campuzano, si es para hombre será Carlos Maturino, el cual si no le toca repetirá en el Congreso local.

Son tiempos de definiciones… habrá que estar pendientes.

Twitter: @EduardoOrtegaS

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