Antes que nada, la salud
Por: Luis Alberto J. López Chávez
Acabamos de cruzar el 2020, parece que nos acostumbramos a esta nueva normalidad; la vacuna se convierte en esa pequeña luz al final del túnel para que lo que se vive hoy se convierta solamente en un mal recuerdo, y aunque fluye a cuenta gotas, en algún momento debería llegar a todos los habitantes sin distingo de edad, raza o posición económica.
En Durango, en días pasados, se recibieron poco mas de seis mil dosis que van destinadas al personal de primera línea en el combate contra este virus. Resguardada por el ejercito llegó a los diferentes puntos donde se está administrando, efectivamente, su transportación debe de hacerse con las mas estrictas medidas de seguridad; por una simple razón, este bien es ahora regido por la Ley de la oferta y la demanda, y en este momento se encuentra como uno de los bienes mas demandados de la historia contemporánea.
Seguramente en el futuro cuando su producción se generalice, cuando mas laboratorios tengan los permisos necesarios y se comercialice será como cualquier otra vacuna para prevenir un virus que ha diezmado familias, hoy, es oro molido.
Debe quedar claro que no se trata de colgarse o no medallas, la vacuna no se la debemos a ningún Gobierno y mucho menos a una persona en especifico, la vacuna tampoco es gratis, simplemente la estamos pagando con nuestros impuestos y es obligación de la administración en turno, en este caso la federal, distribuirla lo más rápido que sea posible.
Los intentos de politizar su distribución se han convertido solo en una muestra de los pobres argumentos de algunos políticos en Durango; hoy lo mas importante es la cooperación entre los dos órdenes de Gobierno involucrados el federal y el estatal para llevarla a la brevedad a la población.
Existirá un momento en el que la misma se pueda comprar, pero antes de que ese momento llegue, su aplicación ya debe encontrarse garantizada en los grupos mas vulnerables.
Es cuestión de enfoques, pero tomar como bandera política la aplicación de la vacuna o condicionar la misma a cambio de el voto es utilizar el sufrimiento y el dolor de millones de personas en pro de fines mezquinos y particulares.
Dirigencias de algunos partidos a nivel local deberían analizar sus estrategias de comunicación, ya que, aunque lleven décadas lucrando con la necesidad de la gente, este virus ha llegado también al núcleo familiar del mas necesitado, y este, está consciente de que el COVID-19 no es un juego. No se trata de un tema político se trata de un tema de eficiencia, eficacia y justicia en pro de la salud.
Twitter: @LuisLopezdgo